El dinero que ganaban sus padres lo invertían en viajar. A Argentina para ver a la familia, pero también por el mundo. Aporte, in situ, de cultura y conocimiento. Cuando tenía 10 años, durante un viaje a Brasil, visitó una mina donde vio a trabajadores mineros que le impactaron mucho. Sus padres nunca le ocultaron que en el cocktail del mundo las contradicciones y las injusticias sociales son ingredientes eternos. Fue ahí donde Nahuel González tomo conciencia política «con la idea de querer transformar el mundo desde una perspectiva progresista».
Comenzó pronto su actividad política.
Con 12 años estaba leyendo filosofía e intentando entender a Marx. Desde muy joven empecé a militar en movimientos sociales. En el propio instituto estaba en el sindicato de estudiantes. En Gandia participé en el 15M, que estuve desde el minuto uno, y así mucho más activismo.
El 15M criticó mucho a la clase política.
Yo no tenía pensado dar un paso hacia la política institucional, tenía bastantes contradicciones con eso y, de hecho, lo criticaba. Pero una serie de circunstancias en 2011 me hicieron ser coordinador de Izquierda Unida. Hubo un vacío en la dirección, pues no tuvo mucho apoyo electoral ni social y yo, muy joven, tomé las riendas de Izquierda Unida en Gandia en un momento de mucha lucha social, porque de 2011 a 2015 fue el periodo de más movilizaciones en España: 15M, Primavera Valenciana, marchas de la dignidad masivas…
La legislatura de 2015 fue dura.
La gente no es consciente, pero en esa legislatura yo vi muchas lágrimas de parte de los dos grupos municipales que estábamos gobernando, porque era estar horas y horas intentando no recortar, solucionando problemas como unos presupuestos ilegales, donde los proveedores no cobraban… Yo encima llevaba servicios sociales, lo elegí por esa voluntad de cambiar las cosas y ayudar a la gente más desfavorecida, y estoy orgulloso de todo lo que hicimos.
Recuerdo llegar a Servicios Sociales y en el ascensor, una psicóloga que tenía a cargo temas delicados llevaba cuatro meses sin cobrar, porque trabajaba para una empresa externalizada y el anterior gobierno no había pagado.
Ahí nos cambió la vida a todos, te diría. Tanto a Lorena, como a Xavi, Diana, José Manuel… Todos los que vivimos esa época aprendimos mucho y ahí sí tomé un perfil diferente y empecé a darme cuenta de que mi rol en ese momento en la ciudad era el de gobernar y trabajar desde la institución por todo aquello por lo que había luchado.
¿El comunismo es una utopía?
Como dice Yolanda Díaz, el comunismo realmente es anhelar un mundo más justo y más igualitario. Creo que ese es el fin último del comunismo, y la palabra comunista, a pesar de que se intenta criminalizar, realmente es una idea emancipadora que si se hace bien y se trabaja bien ayuda a mejorar la vida de la gente.
Yo creo que en España tenemos un ejemplo claro de lo que han hecho los políticos comunistas. Los padres de la transición son compañeros comunistas como la Pasionaria, Rafael Alberti… con sus sombras, que tienen muchas, pero sobre todo con sus luces. Demostraron en la transición una altura política increíble. En Gandia el primer gobierno municipal estuvo compuesto por un compañero comunista en Hacienda. En los sindicatos, los derechos laborales se los debemos a gente como Marcelino Camacho.
¿Qué peso tiene IU en Més Gandia?
La asamblea de IU siempre ha estado a favor de la unidad, y me atrevería a decir que IU a nivel de País Valencià siempre hemos defendido la unión de la izquierda como un hecho fundamental en unos momentos donde la extrema derecha es un actor político de primer nivel.
Yo me siento con los compañeros de Compromís y en el programa, que son las líneas políticas, no tengo ninguna diferencia. Alguna vez puede haber algún punto en el que discutamos, pero no existen grandes diferencias. Nos une la preocupación por Gandia y el progreso social de las personas.
En estas elecciones avanza un puesto en la lista.
Tengo claro que esta es la última legislatura a la que me presento. Tuve muchas dudas de presentarme, pero me ha motivado que creo que hay que mantener el proyecto de gobierno de Gandia, el ADN de IU está en las políticas progresistas como en los presupuestos, el arte urbano, la Fira i Festes, ahí está el ADN de IU y de Més Gandia.
Pero también porque en la lista de Compromís hay una renovación. Hay gente joven que creo que tienen que seguir un poco la línea que vamos a dejar Alicia y yo en este caso, y que de alguna forma espero que en esta legislatura, si somos gobierno, trabajemos en la creación de nuevos liderazgos.
¿Cree que las primarias de Compromís han erosionado la coalición?
Creo que se está sobredimensionando un poco la situación. Se sobredimensionan los conflictos internos cuando en la sociedad hay una parte de la gente que vive tranquila su vida y está de acuerdo con lo que hacemos y en cuando tengan la papeleta votará a nuestros partidos.
A mí me hubiese gustado que no se hubiese llegado a ningún conflicto. Le tengo mucho aprecio personal a Pep. Como concejal creo que ha hecho unas políticas muy buenas, pero al final yo soy muy asambleario y al final si los partidos han acordado esa forma de decidir, ahora toca tirar hacia adelante.
Ya tuvimos un cambio de candidato de 2015 a 2019, pasamos de una persona como era Lorena a Pep en 2019. Cambiar las personas que van en la lista no tiene por qué ser siempre tan traumático.
Me hubiese gustado que Pep estuviera en la lista y que tratásemos de sumar a más gente.
¿Un partido más a la izquierda encabezado por Alandete pone en peligro la reedición de un gobierno de izquierdas?
Cuantos más partidos a la izquierda haya, más se dividirá el voto, eso es una cuestión matemática. Yo he trabajado todo lo que he podido para que se sumaran todos los partidos a la izquierda del PSOE. Me hubiese gustado que Els Verds se sumaran a nuestra propuesta. Finalmente no ha sido así, pero cualquier persona o proyecto tiene derecho a presentarse y hacer su propuesta política.
Los partidos mayoritarios a la izquierda son Compromís, IU y Podemos. Tenemos detrás a nuestras asambleas, nuestra militancia y nuestros proyectos. Crear un partido nuevo no va a tener esa fuerza.
Los puntos claves de IU en el programa de Més Gandia serán…
Un punto importante será un plan de salud comunitaria que trabaje el tema de la salud mental, que es problema de primer nivel. Será un punto esencial del programa y si ganamos lo vamos a llevar a cabo.
En cuanto a los Presupuestos Participativos, aspiramos contar con más presupuesto y después hacer unos presupuestos infantiles y escolares. Los coles quieren participar con voz propia, igual que los niños y niñas. Tenemos que darle a las generaciones futuras la oportunidad de votar y decidir, participar, proponer…
Otro punto importante en el programa será la apertura de un espacio de creación artística para artistas de Gandia. No solo músicos, sino un espacio para que los músicos ensayen pero que los pintores también puedan acudir a crear. Que se cree un coworking de artistas, con ilustradores, pintores, músicos… Y donde poder trabajar entre ellos, crear sinergias.
También la pacificación de las calles. Somos una ciudad plana donde si mejoramos la red de carriles bici mejoramos la ciudad. El tema de la movilidad en esta legislatura, y lo digo como autocrítica, ha sido de falta de ambición. Es una ciudad perfecta para reducir el tráfico en algunas calles, dotarlas de contenido cultural y además favorecer el comercio y aumentar la red de carril bici.
¿Le gustaría seguir siendo concejal de Cultura?
Habría que reflexionar. Yo estoy a disposición de lo que quiera el proyecto. Los perfiles que ha habido en 2019 no son los mismos que ahora, al final es una negociación. Lo que sí puedo decir es que en Cultura se han quedado proyectos por acabar. Ha sido una legislatura complicada porque en 2019 venía con un presupuesto hecho por el anterior concejal, por lo que no pude gestionar lo que quise, en 2020 me pilló la pandemia, 2021 hice un presupuesto basado en la pandemia y 2022 ha sido el único año en la que he podido hacer 100 % la gestión y donde se ha notado un poco mi línea.
Quedan proyectos por hacer, pero repito que estoy disponible para lo que quiera el proyecto. Vamos a ver como quedan las elecciones.
¿Un III Pacto del Serpis tendría alguna línea roja por la parte de Més Gandia?
Espero que la gente valore que Més Gandia hemos sido una fuerza determinante y ojalá lo siga siendo. Pero para gobernar, primero hay que poner diferentes acuerdos sobre la mesa y uno de ellos, en el que mis socios de gobierno no están de acuerdo y que a mí me gustaría que estuvieran, es la tasa turística. Lo defendemos porque Gandia tiene todo para que esa pequeña tasa revierta en la mejora de la calidad de vida de turistas y ciudadanos.
La tasa es para mejorar la playa, la ciudad, los autobuses… Ofrecerle un servicio mejor al turista y la tasa es simbólica, pero hay que ir a esa ecotasa. Para gobernar con los compañeros socialistas habrá que abordar un acuerdo sobre la tasa turística.
El PSOE ha reiterado que Gandia no tendrá tasa turística.
Habrá que negociar. Hay políticas que en un gobierno progresista tienen que estar. Pero ellos tienen su postura y nosotros la nuestra, y la defenderemos hasta la última consecuencia. No estoy proponiendo que se haga algo que exija un cambio dramático en la ciudad, pero sí que un gobierno progresista tiene que velar y una tasa turística tiene un beneficio ecológico y social, incluso en el propio turismo.
Gobernar también significa entrar en contradicciones, pero hay que medir. Si vamos a gobernar y cuestiones como la peatonalizacion, sostenibilidad, prioridad social, o la tasa turística no se van a aplicar y se aplicarán políticas que no van en la lista de lo que nosotros anhelamos… No tiene sentido entrar en un gobierno en el que luego no vas a poder hacer aquello en lo que crees.