Hace unos años, Carlos Moyá y Juan Carlos Ferrero empezaron a poner de moda un deporte en España. Se trataba del tenis, el cual llegó a su máximo nivel de influencia en la sociedad española con la irrupción de Rafa Nadal, considerado el mejor deportista de nuestro país. Si bien es cierto que hoy en día hay otra joven promesa que destaca y que logra enganchar a millones de personas al televisor para ver sus partidos, Alcaraz, hay otra disciplina similar que poco a poco va adquiriendo un nivel de popularidad similar. Nos referimos al pádel, deporte que forma parte de la vida de muchas personas que lo practican e incluso hacen apuestas padel.
Es habitual que la poblacion piense que prácticamente se trata del mismo deporte. Lo cierto es que, a pesar de haber muchas similitudes entre ambas disciplinas deportivas, también surgen diferencias al compararlas. A continuación las describiremos todas.
Puntos en común
En primer lugar, hay que decir que tanto en el tenis como en el pádel se juega de manera similar. Es decir, los jugadores cuentan con una raqueta, la cual utilizan para golpear una pelota que ha de llegar al otro lado de la pista, cruzando para tal fin una red.
Más allá de la manera de jugar, es destacable que en ambos casos tienen lugar partidos no solo individuales. Por si fuera poco, también se llevan a cabo por parejas.
Independientemente de si es un partido de dobles o uno individual, existe la posibilidad de que se trate de una competición profesional, así como simplemente un evento amateur o incluso entre amigos, conocidos o familiares. En este sentido también son deportes similares.
Eso sí, hay que decir que incluso si se practica a nivel amateur, los dos deportes obligan a los jugadores a estar concentrados, así como a tener una buena técnica para dar la talla. Precisamente ahora que hemos mencionado este aspecto, llega el momento de abordar las diferencias que hay entre el tenis y el pádel.
Diferencias
Recientemente hemos dicho que las dos disciplinas deportivas exigen una mínima técnica para impactar correctamente las pelotas y lograr el objetivo de colocarlas justo en el lugar deseado, dificultando así al contrincante el hecho de que consiga devolverlas. Sin embargo, no puede obviarse la primera diferencia de todas: el tenis es bastante más exigente en este sentido.
La raqueta de tenis poco o nada tiene que ver con la de pádel, ya que la superficie dura es sustituida por unas cuerdas que han de contar con una tensión adecuada para que el golpeo sea óptimo. Esto ya de por sí dificulta los golpeos, factor al que hay que sumar un mayor tamaño de la pista.
Jugar al tenis es bastante más cansado que disfrutar de un partido de pádel. A los golpeos más técnicos se suma la necesidad de correr una mayor cantidad de metros para alcanzar las dejadas, los globos, los golpeos normales y los liftados.
Este factor que acabamos de describir da pie a que, quienes desean iniciarse en un deporte de raqueta, no dudan en decantarse por el pádel. Y es que son conscientes de que empezar con el tenis es bastante más exigente a todos los niveles.
Eso sí, hablando de la iniciación, hay que decir que ambos son un poco difíciles de entender en lo que respecta a la puntuación. De nuevo es reseñable que existen similitudes, pero también surgen diferencias a tener en cuenta. Aunque hay juegos y sets, la manera de puntuar es completamente distinta.
Dicho aspecto se suma a los demás que hemos descrito para dar pie a que, en líneas generales, se necesite más tiempo para completar un partido de tenis en comparación con uno de pádel. Aunque no podemos dar una cifra exacta porque depende de numerosos aspectos, el cansancio se apodera más intensamente de los tenistas tanto amateurs como profesionales.
Jugar a pádel o tenis, ¿qué es mejor?
Si has de tomar una decisión, ten en cuenta las diferencias que hemos sacado a colación, aunque lo cierto es que cualquiera de las dos disciplinas te proporcionará grandes beneficios. Y es que en este sentido presumen de un punto en común que también comparten los demás deportes.
En concreto, nos referimos a beneficiarte enormemente en términos de salud. No solo hablamos de aspectos puramente físicos, sino también de factores psicológicos. Así lo demuestra la liberación de serotonina que tiene lugar al practicar ejercicio de manera regular.
Por si fuera poco, el sistema cardiovascular también mejora de manera considerable, reduciendo así el riesgo de sufrir algún problema de mayor o menor gravedad. Así pues, tanto el pádel como el tenis dan pie a que te sientas mejor contigo mismo, mejore tu bienestar e incluso se vea aumentada tu esperanza de vida si juegas partidos y entrenas con regularidad.