En la vida diaria, nos guiamos por principios éticos que impactan nuestras decisiones tanto personales como profesionales. En el sector financiero, la ética debería constituir un apartado esencial, especialmente en aquellas organizaciones que buscan obtener la confianza de sus clientes y promover un ambiente laboral positivo.
En este contexto, la educación de los futuros profesionales juega un papel fundamental. Tanto es así, que actualmente formaciones en el ámbito de las empresas y las finanzas tienen este aspecto muy en cuenta. Tanto en los programas de Grado en Administración y Dirección de Empresas (ADE) en Valencia como en los Ciclos de Grado Superior en Administración y Finanzas de Valencia, se otorga gran importancia a la enseñanza de la práctica financiera ética.
¿Qué es la ética en las finanzas?
En su definición más estricta, la palabra ética viene del término “ethis” que significa carácter o comportamiento, se trata del estudio del conjunto de rasgos que conforman la identidad de un individuo o una comunidad orientados a promover comportamientos deseables. Aplicada a esté ámbito, la ética financiera está constituida por una serie de normas diseñadas con el objetivo de orientar a los profesionales del sector financiero sobre la manera más correcta de proceder ante determinadas situaciones, teniendo en cuenta los valores propios de la empresa y el régimen legal en la que se engloba a esta.
La ética como elemento de rentabilidad dentro de la empresa
La ética va más allá de la responsabilidad corporativa (RSC), los criterios ambientales, sociales o la Gobernanza de una empresa, tiene el poder de guiar cada decisión basada en la integridad a corto y largo plazo. Es el faro que ilumina el camino hacia el éxito de una empresa. Va más allá de una serie de acciones aisladas, es una expresión auténtica de la identidad y de los valores de una empresa.
En los tiempos actuales, cada decisión que toma una empresa está impregnada de ética y estas decisiones afectan a la propia rentabilidad mediante:
- Generación de Valor
Las decisiones basadas en los principios éticos tienen consecuencias positivas que benefician a los empleados, clientes y en definitiva a la empresa en su propio conjunto.
- Reducción de coste y mejora de resultados
La buena gestión de la ética financiera vela por la reputación de la empresa, preservando a la vez su capital humano y financiero evitando repercusiones económicas como la que puede provocar una crisis de reputación. Además, este compromiso con la ética dentro de la empresa genera una sinergia que mejora los estándares de rendimiento y por tanto de resultados dentro de la empresa otorgando mayor calidad del producto o servicio y generando mayor satisfacción del cliente.
- Retención de talento
Valorar la importancia de la aplicación de la ética en el ámbito empresarial, garantiza la salud y el futuro de una organización ya que fomenta la sensación de bienestar de los empleados, cultivando un clima de respeto y de justicia en el que obtienen una mayor lealtad de su talento.
¿Por qué es tan importante la formación en ética financiera?
Como hemos visto, la ética financiera guía las decisiones diarias de una empresa que van desde la asignación de recursos hasta la comunicación y la resolución de conflictos considerando tanto el beneficio económico como el impacto humano.En consecuencia, la educación en este campo ha de estar incluida tanto de grados, ciclos superiores o Másters del ámbito financiero ya que resulta indispensable para los profesionales que quieran ejercer en este campo, dado que los capacita para tomar decisiones tanto éticas como responsables, cumpliendo con las regulaciones legales y normativas y evitando costes asociados a infracciones. Mediante este tipo de actuaciones se asegura que las prácticas financieras estén alineadas con los propios valores y principios de la organización, fortaleciendo la confianza de los inversores, consolidando su identidad corporativa.
