El cambio climático supondrá un gran impacto por la reducción de la cantidad de agua disponible del río Serpis. Esta es una de las conclusiones del proyecto de investigación “Adaptación al cambio global: gestión integral del régimen ecológico de caudales para el hábitat de la anguila europea y el cacho valenciano frente a especies invasoras”, que cuenta con el apoyo del Ministerio para la Transición Ecológica, a través de la Fundación Biodiversidad y está dirigido por Francisco Martínez Capel, profesor e investigador del Campus de Gandia de la Universitat Politècnica de València.
El proyecto ha involucrado a un equipo multidisciplinar integrado por miembros del Instituto de Investigación para la Gestión Integrada de Zonas Costeras (IGIC) y del Instituto Universitario de Investigación de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente (IIAMA) de la Universitat Politècnica de València (UPV); también ha colaborado el Departamento de Zoología y Antropología Física de la Universidad de Murcia (UMU).
Reducción de hasta un 43% del caudal del Serpis en 2040
La investigación predice una reducción del agua disponible en el río Serpis de entre un 28% y un 43% durante los próximos 22 años (periodo 2018-2040), dependiendo del escenario analizado. ‘Es decir, depende de la puesta en marcha de medidas de control de emisiones de CO2’, explica el investigador Martínez Capel.
El trabajo propone medidas para mejorar la suelta del agua desde el pantano de Beniarrés, que permitiría mejorar el riego agrícola y la sostenibilidad ambiental del río. Sin embargo, explica Martínez Capel, estas medidas ya no serán suficientes conforme avance el periodo mencionado, en el que los modelos prevén una reducción del agua disponible muy superior a dichas mejoras.
‘Otra conclusión clara del proyecto’, explica Martínez Capel, ‘es que para intentar mitigar los efectos del cambio climático es importante tomar medidas para la modernización del regadío, pero esto no es suficiente; serán fundamentales otras medidas para ahorrar agua como cambios de cultivos, reutilización del agua y una mejor gestión de los caudales’, ha explicado.
La presentación pública de los resultados ha tenido lugar hoy 28 de junio en el Campus de Gandia de la UPV y ha contado con la participación del director del IIAMA, Manuel Pulido. Previamente a la presentación de resultados, estos fueron debatidos en una jornada, con representantes de la Confederación Hidrográfica del Júcar, la Comunitat de Regants Regs del Riu d’Alcoi (Canales Bajos), el Servicio de Biodiversidad y Servicio de Caza y Pesca de la Generalitat Valenciana, Centro de Desarrollo Rural CDR-La Safor, AEMS-Rios con Vida y Fundación Nueva Cultura del Agua. Según Martínez Capel, gracias a la participación de diversos usuarios y entidades implicadas, el resultado final está más contrastado y ajustado a la situación actual.
Durante la presentación de los resultados del proyecto, Martínez Capel ha afirmado que es imprescindible una mayor colaboración de personal investigador, regantes, asociaciones y gestores para poner en marcha soluciones.
Caudal ecológico del río Serpis
El objetivo del proyecto ha sido proponer mejoras de la gestión del agua para hacer compatible un régimen de caudales ecológicos para el río Serpis, que permita mejorar el hábitat de las especies nativas, minimizar el impacto de las especies invasoras y maximizar el beneficio para la agricultura. Para ello, se han combinado las técnicas más avanzadas para analizar el hábitat en el río, la gestión del agua y el cambio climático.
Según el investigador de la UPV Martínez Capel, el objetivo a medio plazo del trabajo es contribuir a una mejor adaptación al cambio climático, es decir ‘aportar ideas o estrategias de mejora que permitan reducir los costes que suponen los efectos del cambio climático’, ha explicado.
En el proyecto se ha realizado un estudio hidráulico de un tramo de río Serpis y de los caudales que se esperan en escenarios de cambio climático, a corto y medio plazo. ‘La aplicación de un modelo agronómico permite estimar las necesidades de agua de los cultivos en dichas situaciones con menor lluvia y mayor temperatura. Finalmente, se han aplicado un conjunto de ecuaciones que permiten calcular una gestión óptima del embalse para minimizar el impacto del cambio climático sobre la agricultura y el medio ambiente’, ha explicado Martínez Capel.
La conclusión principal del proyecto ha sido la verificación de que el cambio climático supondrá un gran impacto por la reducción de la cantidad de agua disponible y que la gestión del embalse de Beniarrés se puede mejorar para conciliar los objetivos ambientales y agronómicos.
Especies nativas de peces
El estudio supone además un avance en los conocimientos que se tienen sobre el hábitat que necesitan las especies nativas de peces y su interacción con las especies invasoras, ha afirmado el investigador.
La primera fase del proyecto implicó estudios de campo de la anguila europea y el cacho valenciano, especies nativas de nuestros ríos, así como de la percasol y el alburno, especies invasoras. Según Martínez Capel, las especies invasoras son mayoritarias en los tramos más bajos, cerca de núcleos urbanos, mientras que en tramos medios y superiores, cerca de Beniarrés, dominan especies nativas, como el barbo y la anguila.