El salón de plenos del Ayuntamiento de Gandia ha acogido el acto de toma de posesión de Juan Miguel Lloret como Defensor de la Ciudadanía.
Tal y como ha explicado el alcalde de la ciudad, José Manuel Prieto, la figura del Defensor de la Ciudadanía fue creada en 2002, y su recuperación ha sido fruto del acuerdo unánime de todas las fuerzas políticas representadas en el consistorio gandiense a propuesta del propio alcalde de la ciudad.
En cuanto a la figura de Lloret, la máxima autoridad municipal ha destacado su implicación con todo tipo de movimientos sociales, culturales y deportivos de la ciudad, como la Semana Santa, los belenistas, el fútbol y el baloncesto, entre otros. Asimismo, ha subrayado y puesto en valor su faceta solidaria, destacando su labor en el Preventorio Infantil y sus años como profesor, dejando una huella imborrable en muchos de sus alumnos.
“Podríamos enumerar aquí, en este salón de plenos, muchos más cargos y responsabilidades. Pero si por algo es conocido en Gandia, es por ser una buena persona”, ha declarado Prieto, quien ha añadido que representa la figura de “Hombre bueno” en la idiosincrasia valenciana. Una persona que, ante la comunidad, actuaba y era considerada como alguien imparcial, justo y sin partidismos; una persona honrada.
El alcalde se ha dirigido al nuevo Defensor de la Ciudadanía mostrando su convencimiento de que sabrá “atender, conciliar y ayudar al vecindario de Gandia”, destacando la importancia de la escucha como herramienta para lograr que las respuestas ante problemas y conflictos sean “cada vez más sabias y acertadas, y siempre mejores”. “Debemos facilitar y fomentar la relación entre la ciudadanía y la Administración para mejorar constantemente las actuaciones públicas y los servicios prestados”.
Por su parte, Lloret ha agradecido la confianza depositada en su persona y ha asegurado que “no está únicamente a favor de la ciudadanía y en contra de sus funcionarios y políticos, sino que está a favor de todos. El objetivo es lograr que Gandia sea la mejor ciudad y estar cerca de las personas que necesitan ser escuchadas”.
El Defensor de la Ciudadanía ha insistido en que “en una época dominada por la tecnología y por comportamientos egoístas, debemos reflexionar si tratamos a las personas como queremos que nos traten a nosotros. Por estas razones, pido la colaboración de todos, porque si hacemos bien nuestro trabajo, la figura del Defensor de la Ciudadanía no será necesaria”.