La Plaza del Temple, en la playa de Gandia,ha rendido homenaje a María Teresa Marqués . Cáritas Interparroquial ha querido agradecer públicamente su compromiso solidario, que resultó fundamental para impulsar varios de sus proyectos sociales. En su honor, se ha descubierto una placa conmemorativa que reconoce su entrega desinteresada al bien común.
Al acto han asistido el alcalde de Gandia, José Manuel Prieto; la concejala de Bienestar Social, Inclusión y Familias, Inma Rodríguez; la patrona de la Fundación Gozalbo-Marqués, Rosario Brito, y representantes del equipo directivo de Cáritas Gandia. También han estado presentes otras personas vinculadas a la entidad.
Juan José Monfort, presidente de Cáritas Interparroquial, ha recordado que María Teresa Marqués “ha dejado una huella imborrable en nuestra ciudad y, especialmente, en el corazón de quienes formamos parte de Cáritas”. También ha agradecido la participación en lo que ha descrito como “un gesto sencillo pero lleno de significado”.

Una vida al servicio de la justicia social
Maite Boscá, directora de Cáritas Gandia, ha destacado que Marqués fue “una mujer que, con discreción y generosidad, eligió sembrar en su ciudad natal una semilla de justicia social”. Gracias a la cesión de los locales de la calle Gutiérrez Más, la entidad pudo poner en marcha uno de sus proyectos más transformadores: el Centro de Día para personas sin hogar, donde también funcionan dos viviendas de autonomía.
Durante 2024, el centro atendió a más de 400 personas. “Para muchas de ellas, este ha sido el primer lugar en mucho tiempo donde se han sentido escuchadas, respetadas y miradas a los ojos”, ha señalado Boscá. Su gesto no solo permitió contar con un espacio físico, sino que abrió la puerta a una respuesta estructurada y continuada al sinhogarismo y la exclusión residencial.
El acto ha concluido con un mensaje cargado de gratitud:
A ti, María Teresa, allá donde estés: gracias por recordarnos que la verdadera generosidad no consiste en dar lo que nos sobra, sino en compartir lo que somos. Que tu memoria siga viva en cada desayuno servido con ternura, en cada ducha que reconforta el cuerpo, en cada abrazo que devuelve dignidad. Hoy, esta plaza también es tu casa.

