Durante la pandemia, nuestras actividades cotidianas se vieron transformadas por la necesidad de quedarse en casa. Así, los consumidores hemos adoptado nuevas formas de comprar que han promovido un crecimiento acelerado de las tiendas electrónicas. A pesar de que las restricciones ya se han suavizado, muchos de nosotros seguimos mantenimiento la costumbre de las primeras etapas y preferimos ingresar a una drogueria online para adquirir productos de belleza o descargar una app para pedir comida. A continuación, te contamos cómo la pandemia ha cambiado nuestra forma de comprar.
La seguridad es imprescindible
Para realizar compras, la seguridad se ha tornado imprescindible para el consumidor. Según diversos estudios, muchas personas admiten sentirse incómodos cuando asisten a una tienda física a hacer compras y, por lo tanto, eligen los canales digitales. Desde luego, sin importar si se trata de la tienda física o de la tienda online, lo que más le importa al consumidor es la seguridad. En relación con las tiendas físicas, el consumidor debe sentir que el negocio hace todo a su alcance para promover su bienestar y garantizar su salud. Sin embargo, para casi el 80 por ciento de la población, esa seguridad solo la pueden alcanzar quedándose en casa. Es por ello que muchos siguen eligiendo hacer compras digitalmente, aun cuando las restricciones se hayan suavizado. Hoy en día, comprar online es completamente seguro gracias a los cifrados y protocolos que ofrece la web. Por esta razón, no parece que muchos usuarios vayan a volver a sus viejos hábitos cuando termine la pandemia.
Comprar online es más conveniente
En Internet, el consumidor puede encontrar desde productos de cosmética a libros, ropa y accesorios tecnológicos. Y lo más conveniente de todo es que está a tan solo un clic de poder recibirlos en su casa. La digitalización del consumo implica una manera de comprar mucho más dinámica y flexible en la que el consumidor puede navegar por todas las tiendas al mismo momento hasta encontrar aquello que busca. En España, el uso de los smartphones y los ordenadores para realizar compras subió en un 35 y un 45 por ciento, respectivamente. Según numerosas encuestas, más de la mitad de la gente reconoció que mantendrá estos nuevos hábitos de comprar usando algún dispositivo móvil cuando las medidas de distanciamiento social se terminen.
¿Y las compras tradicionales?
Desde luego, algunas personas todavía prefieren comprar cara a cara y seguirán haciéndolo cuando termine la pandemia. A futuro, se espera que muchos de los consumidores encuentren un término medio entre las distintas opciones de compra y adquieran algunos productos en una tienda online y otros de manera presencial. Lo único cierto es que nuestros hábitos de compra han cambiado y el consumidor ha podido adaptar sus preferencias.
Las restricciones impuestas por la pandemia aumentaron el uso del smartphone y el ordenador para hacer compras online. Hoy en día, el usuario pone como prioridad su seguridad y, por eso, elige las tiendas online. Muchos consumidores mantendrán estos nuevos hábitos en el futuro.