La auditoría se ha puesto en marcha tras la fuga de Francisco G. M., de 23 años de edad, y vecino de Gandia. Este pudo escapar de los calabozos de la Policia Local de Gandia tras romper con sus propias manos la ventana y reja de su celda (ver la noticia completa: aquí).
El detenido, alias ‘El Champi‘, cuenta con historial de antecedentes destable. El Champi había sido detenido por, supuestamente, robar una moto en Tavernes y atracar un bar en Daimús. No contento por el decreto de prisión del juez, aprovechó momentos antes de la llegada del furgón de la Guardia Civil para huir campo a través hacia el barrio de Santa Anna.
Representantes del gobierno de Gandia mantendrán una reunión el lunes para iniciar los trámites para la realización de una auditoría que certifique cada una de las deficiencias del edificio de la Central de la Policía Local. Esta decisión se ha tomado después de que un detenido haya roto con los puños la ventana del calabozo y haya huido por la misma.
El ejecutivo local estudiará todas las medidas posibles para que esto no vuelva a pasar, se procederá a investigar la construcción del edificio y exigirá responsabilidades porque «Gandia no merece hechos graves como éste, y que demuestran una vez más que el inmueble incumplía las condiciones mínimas».
El gobierno municipal, desde principio de legislatura, ha tenido que solucionar múltiples deficiencias en el edificio de las dependencias invirtiendo decenas de miles de euros a pesar de que en la pasada legislatura el gobierno del PP se gastó la cantidad de 6,4 millones de euros en la infraestructura.
La concejala responsable de la Policía Local, Àngels Pérez y el coordinador de Urbanismo, Vicent Mascarell, ya denunciaron que el anterior gobierno permitió la construcción de celdas con paredes de pladur después de que un detenido, con sus propias manos, fuera capaz de causar graves desperfectos en la celda.
Además, lamentó que días después de la inauguración, los sindicatos ya presentaran por registro de entrada un escrito denunciando todas las deficiencias y anomalías: goteras, fugas de agua, filtraciones, falta de ventilación en los vestuarios, falta de aire acondicionado y calefacción en los vestuarios y en las duchas, además de mala planificación de los espacios. Deficiencias que se han ido solucionando por parte del actual gobierno y también por parte de la Diputación, a pesar de la delicada situación económica.