En el Cementerio Municipal de Gandia hay, al menos, una fosa común donde se encuentran los restos de 62 asesinados en la dictadura franquista que aún no han sido identificados. Los miembros de la Asociación de Familiares de la Fosa del Cementerio de Gandia mantuvieron un encuentro este martes con la nueva consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, Rosa Pérez, que realizó su primera visita oficial a la ciudad.
Diana Morant recordó que el Gobierno del Botánico I desarrolló la Ley Estatal de Memoria Democrática y creó una valenciana «con la cual ya tenemos herramienta para reparar un capítulo negro de nuestra historia reciente». Respecto a la identificación de los asesinados en Gandia, la primer edil subrayó que la intención del Gobierno que encabeza es encontrar a las víctimas y devolvérselas a sus familiares, para que puedan enterrarlas de forma digna: «Las administraciones vamos a darles respuesta con la voluntad de hacer memoria para hacer justicia».
Rosa Pérez aseguró que la voluntad del Consell es continuar desarrollando la Ley de Memoria Democrática hasta exhumar todos los cuerpos de las fosas -alrededor de 750- y recordó que Gandia ya empezó esa tarea de recuperación histórica durante la última legislatura con la apertura de los refugios de la Guerra Civil como Espacios de Memoria Democrática para su visita y divulgación: «Es imprescindible cerrar heridas después de más de 80 años. Los familiares, muchos de ellos nietas y nietos, no pueden esperar ni un minuto más, porque tienen derecho a recuperar los cuerpos y por dignidad. No de ellos ni de las víctimas, que no la han perdido nunca, sino por dignidad de un Estado que todavía tiene las cunetas llenas de fosas comunes. Esto no es digno de una democracia plena».
Nuria Martín, presidenta de la Asociación de Familiares de la Fosa del Cementerio de Gandia, agradeció la colaboración de las administraciones –«hasta hace muy poco a los familiares nos era muy difícil, porque no teníamos información ni recursos»– e hizo un llamamiento a todos los familiares de asesinados durante el franquismo: «Aunque no quieran recuperar los cuerpos, pero que tengan información que nos pueda ser útil para localizar el lugar exacto de la fosa o fosas. El problema es que quedan muy pocos hijos con vida y las viudas o viudos, por miedo, no contaban nada a sus hijos y nietos sobre el lugar de los entierros. Tenemos que facilitar al máximo el trabajo a historiadores, arqueólogos..».
Nahuel González destacó que desde la concejalía de Memoria y Calidad Democrática continuarán impulsando la tarea de investigación de fosas comunes y dinamización de los refugios «para que salga a la luz parte de la historia escondida»: «Tenemos edificios emblemáticos de la República donde se vivieron episodios muy negros de nuestra historia y nuestra obligación es poder darles difusión y contenido para que la memoria sea la herramienta que construya un futuro democrático en nuestra ciudad».
El pasado 22 de junio algunos familiares visitaron el Cementerio municipal acompañados por el arqueólogo Miquel Mezquida, responsable de la exhumación de la fosa 128 de Paterna, así como del Mapa de Fosas de las provincias de Valencia, Castellón y Alicante; y de Bernat Martí, historiador y archivero de Gandia, para determinar dónde están las fosas. Los familiares acudieron también a la Casa de la Marquesa para que se les cogieran muestras de ADN y tomar acta de los testimonios orales. Así, se iniciaba un trabajo difícil, ya que el lugar exacto de los fusilamientos y las fosas no es fácil de determinar como en otros lugares como el cementerio de Paterna.