El Hotel Bayren nació a finales de los años 50. Poco más además de arena y mar había entonces en la siempre magnífica playa de Gandia. Fue una apuesta arriesgada de las que salen bien. Entrevistamos a Vicente Frasquet, director del RH Bayren Hotel & Spa.
¿Cómo ha evolucionado el Hotel Bayren?
El hotel en realidad ha tenido a lo largo de su historia tres reformas grandes. En el 1959 se inauguró y en 1975 se cerró toda la zona del comedor, se hicieron salones y todo el bloque perpendicular al mar. Fue un cambio muy importante tanto en el número de habitaciones como el servicio que se empezó a dar. En 1986 se transformó la zona de la heladería, se bajó bajó la altura del edificio y se abrió un poco más para eliminar la imagen de ambiente más cerrado, y se renovó todo por dentro.
Cuando RH entró en 2005 y ya se empezó a planear una nueva reforma que empezó en el invierno de 2012 y concluyó en verano de 2013. Supuso un cambio tanto de imagen del hotel como de estrategia.
RH apostó fuerte por Gandia.
Somos cuatro hoteles. Está el Bayren Parc, el Gijón, el Riviera y nosotros. Dos hoteles de tres estrellas y dos de cuatro (uno de cuatro y otro de cuatro superior) para distintos clientes. A nivel familiar está sobre todo el Bayren Parc y luego estaría el Gijón que también toca la familia, pero es otro concepto, tiene menos servicios de los que puede tener el Bayren Parc. Y en primera línea está el Hotel Riviera, que es solo para adultos, y luego nosotros, que somos una mezcla.
¿Qué diferencia al Hotel Bayren del resto?
El Bayren tiene historia, una ubicación fantástica en el centro de la playa y prácticamente a pie de arena. Es diferente por su estructura y su diseño horizontal. Lo normal es aprovechar al máximo el terreno y levantar un bloque lo más alto posible. Aquí es justo al contrario. También destacamos por nuestras distintas actividades con ofertas muy variadas. Diferentes puntos de terraza para poder tomarte algo, la heladería, el chiringuito, y el ático-terraza. Una serie de servicios variados que le dan un toque especial.
¿Está cambiando el turista de Gandia?
Sí. En invierno se está empezando a ver más cliente extranjero, hay cada vez más franceses. Cuando llega julio y agosto baja el cliente de poder adquisitivo medio-alto, pero de edad avanzada. Se van a otra zona o se vuelven porque no quieren una masificación en la playa. Vuelven de cara a primavera y por primeros de septiembre.
El turismo de Gandia va cambiando manteniendo el enfoque nacional y familiar. Cada vez se piden más servicios deportivos, gente que viene y le gusta cuidarse, hacer más deporte, otro tipo de actividades. Es un concepto que poco a poco va subiendo el nivel de exigencia.
¿Pueden convivir ocio nocturno y descanso?
Al final de lo que se trata es de la convivencia y lo importante es, ya no que haya o no discotecas, sino que haya servicio, que el cliente se lo pase bien, pero es muy importante la convivencia entre todos. Al final esto se desmonta y no se trata de compararte con otros sitios.
Cada sitio tiene una forma de ser, no queremos ser tampoco como Benidorm pero, sí que es verdad que necesitas una serie de servicios para que nos lo pasemos bien, incluso el ciudadano de Gandia, que quiere venir, salir un rato y estar en la playa.
¿Hace falta tener cinco estrellas para ofrecer un servicio cinco estrellas?
El concepto de las estrellas se ha quedado un poco anticuado. De hecho, los requisitos han cambiado completamente. Ahora vas sumando una serie de puntos y si llegas a un determinado resultado, puedes optar a las estrellas que quieres. Hay unos puntos que son necesarios cumplirlos y otros que simplemente van sumando.
Yo creo que hoy por hoy es más importante el que te conozcan, que vean el servicio y las opiniones. La gran cantidad de opiniones que hay por internet, ya no son solamente las de la agencia o la del propio huésped, que son las que hacen que el cliente pueda venir, más allá de las estrellas. De hecho, hay hoteles boutique que no tienen estrellas y son fantásticos.
No estamos buscando la quinta estrella, estamos con las cuatro estrellas, pasamos a cuatro estrellas superior. Más que nada por la competencia, si alguien se va a poner la superior, que no seamos los últimos.
¿Qué aporta el Bayren a la desestacionalización además de abrir todo el año?
Tenemos que ser realistas. No podemos pretender funcionar en diciembre como en agosto, porque es una cosa absurda, además el propio clima nos lo impide.
Tenemos que hacer que las temporadas medias sean más largas y las caídas sean más dulces. Lo demás es una utopía. Al final, lo importante es trabajar el producto lo mejor posible que sea de la mayor calidad que puedas dar. No necesariamente más caro ni menos caro, sino se trata de una calidad y sobre todo de una manera inteligente. No dejarnos llevar por la rutina.
Hay que ir buscando otros mercados, como el turismo deportivo, escapadas de fines de semana. Quiero que Gandía suene como un destino bueno, y sobre todo dar a los clientes todo lo que necesitan.
Por poner un ejemplo, nosotros tenemos aquí actuaciones hasta las 12 de la noche para que el cliente disfrute y tenga actividades. No es necesario molestar al que quiere descansar. Hay que buscar un equilibrio a todos los niveles.