La Hermandad del Santo Sepulcro ha presentado su nuevo libro en honor a todos los hermanos fallecidos. En su misa mensual, oficiada por el Vicario Episcopal Don Paco Revert y junto con el Consiliario de la hermandad, el padre José Luis Miravet SJ., se ha presentado y bendecido el libro que procesionará en Semana Santa.
«La idea surge porque, en un principio, la hermandad estaba viendo de qué manera honraba a sus muertos» ha asegurado Ernest Mesalles, Hermano Mayor del Santo Sepulcro. Según el cristianismo y como asegura el padre José Luis Miravet «la vida no desaparece nunca desde su creación, sino que cambia la estructura».
Este libro viene a reflejar la continuación de la vida de todos los hermanos del Santo Sepulcro desde su creación. «Hemos caído en la cuenta de que una cosa que puede caer en la rutina como es el proceso de la vida, que empieza en lo terrenal, pasa a la muerte temporal y empalma con la vida eterna, con la vida de Dios, la vida sin fin; tiene un sentido más profundo, rememorando las vidas de aquellos que nos han precedido» ha afirmado el padre Miravet.
El libro de difuntos, titulado ‘Libro de Don Enrique’ lleva el nombre del anterior consiliario de la hermandad D. Enrique Llull, que falleció de manera repentina por un infarto. El libro saldrá en procesión «por un hermano del Santo Sepulcro, vestido de capuchino, e irá delante de la imagen del Santo Sepulcro», nos ha asegurado Mesalles.
La directiva de la hermandad ha hecho un gran trabajo buscando y recopilando los nombres de todos los hermanos que han formado parte del Santo Sepulcro desde su creación. El libro cuenta con 200 páginas de las cuales 69 ya están escritas. «Es una manera de que los hermanos del Santo Sepulcro que mueran, procesionen siempre», continua Mesalles.
Agustín y Amaia Puchades han sido los orfebres encargados de realizar este elaborado libro, cuyas portadas están realizadas con terciopelo y latón chapado trabajado con la técnica del repujado y calado. Además, el libro incorpora un cierre y una cantoneras porque, como asegura Agustín: «La intención es que sea un libro para siempre» y en el que han dedicado «un año desde que empezamos con el primer boceto».
«Un proyecto ilusionante» para Puchades, «una gran iniciativa que se sale de lo corriente» para el padre Miravet y un «libro vivo» para Mesalles, que nos indica que en él se añadirá y procesionará «todo aquel que fallezca siendo hermano de la hermandad».
