Salvador Borrull es cofrade «desde muy pequeño». Un «sentimiento especial» que no sabría explicar es lo que le aporta a él pertenecer a la Semana Santa de Gandia. Año tras año se ha dedicado a hacer crecer la Hermandad De San Pedro Apóstol de Gandia y, ahora desde hace dos año, más que nunca.
Como Hermano Mayor ha anunciado novedades dentro de la hermandad «para poder seguir ofreciendo cosas nuevas a los cofrades» y que sigan participando activamente de esta «familia».
- Su historia en la Semana Santa viene desde que es pequeño.
Mis andaduras en la Semana Santa comienzan hace muchos años, porque yo era alumno del colegio Escolapios y mis padres me inscribieron en la hermandad. Estoy hablando de hace cincuenta y tres años que soy cofrade. A lo largo de estos años he formado parte de las juntas directivas de varios hermanos mayores.
En la última junta directiva del último hermano mayor, él dejó el cargo y, casi sin saberlo, me hicieron Hermano Mayor. Siempre tienes esa pequeña ilusión de poder llegar a ser, pero es cierto que siempre he dicho que yo no quería ser presidente ni de la comunidad de vecinos.
Pero bueno, la rueda te lleva y aquí he llegado.
- Como Hermano Mayor ha introducido varias novedades en la hermandad, como por ejemplo la custodia de la imagen por Instituciones Penitenciarias.
Sí, nosotros tenemos dos imágenes, la de San Pedro, que es la titular y luego tenemos la de Nuestro Señor del Perdón. A colación sobre el perdón, por mediación de Instituciones Penitenciarias, nosotros procesionamos con el Señor del Perdón, el Viernes de Dolores y el Viernes Santo y ellos el año pasado ya salieron custodiando a la imagen.
También el año pasado hicimos una charla con Instituciones Penitenciarias. Este año la hemos vuelto a hacer y todo empieza por un cofrade nuestro que es un funcionario de las instituciones penitenciarias.
Además de estas charlas, nosotros también realizamos visitas allí, a los penados, y ver más o menos el modus que llevan ellos.
- ¿Tienen pensados nuevos proyectos para los próximos años?
Nuestra lucha o intención era que algún penado que lucha por la reinserción pudiera procesionar con nosotros.
Este año lo hemos conseguido y, en la procesión del Viernes de Dolores, un penado que por su buena conducta y por su trabajo dentro de las instituciones, se le ha visto rebajada la pena y él voluntariamente y las instituciones penitenciarias se han prestado a que procesione con nosotros, siempre de manera anónima.
Pero será una novedad también, este año es el primer año y esperamos que cada año salga un penado diferente, el que proponga Instituciones Penitenciarias y ya si no pasa nada y Dios quiere, a partir de ahora, todos los años procesionará un penado.
- ¿Qué destacaría de su hermandad?
Lo primero, yo creo que es la familiaridad que existe en la hermandad. Es una hermandad de las pioneras de Gandia porque la hermandad data de antes de la Guerra Civil y luego en los sesenta se refundó.
Es una hermandad ligada a los padres escolapios de las Escuelas Pías de Gandia y antes casi todos eran alumnos de las escuelas pías, entonces hay mucha familiaridad, porque todos nos conocemos desde pequeños.
Además, históricamente siempre hemos sido una hermandad importante. Recordemos que antiguamente, independientemente de la Insigne Colegiata, casi todas los actos se realizaban en las Escuelas Pías, incluso el encuentro glorioso. De hecho, el pregón también se hace en la Iglesia de las Escuelas Pías y es una sede importante dentro de la Semana Santa.
- ¿Cuál es el acto o la procesión de la hermandad más importante para usted?
Cada procesión tiene su historia, empezando por la primera procesión, el Viernes de Dolores es una es una procesión penitencial y y como he dicho, es la procesión de nuestro señor.
Nosotros salimos el Martes Santo también, que es nuestra procesión particular. Otras procesiones, la del Via Crucis de la mañana, que también es importante porque es una procesión de mucho recogimiento.
Y luego, pues las las procesiones de alegría, que digo yo, como el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección.
- ¿Qué le aporta la Semana Santa?
¡Buf! Aportarme me aporta muchísimo porque, evidentemente, con el tiempo que perdemos tanto yo como hermano mayor, como todos los miembros de la Junta directiva, estamos trabajando por la Semana Santa todo el año.
Pero, además de esto, pasamos tanto tiempo que es como una familia. Para mí la Semana Santa es una de las cosas más importantes de mi vida.