La arrestada habría aprovechado que cuidaba a la víctima en su domicilio para sustraerle las pertenencias y después venderlas en compañía de su pareja en diferentes casas de compraventa, realizando un total de 14 transacciones.
Los hechos se iniciaron durante el verano, cuando familiares de una mujer de avanzada edad se percató que le faltarían de su domicilio numerosas joyas de su propiedad. Los parientes, tras darse cuenta de la desaparición de las pertenencias, comenzaron a sospechar que se las podría haber sustraído la trabajadora que se encargaba de sus cuidados.
Después de tener conocimiento los investigadores de la desaparición de las joyas, los agentes centraron la investigación en las personas cercanas del entorno de la víctima, especialmente en la persona encargada de los cuidados de la mujer.
Los policías tras realizar las indagaciones necesarias averiguaron que la cuidadora habría hurtado joyas por valor de unos 30.000 euros que aprovechando el estado de vulnerabilidad de la víctima, habría sustraído las joyas del domicilio de la anciana y después las habría vendido en diferentes establecimientos de compraventa en compañía de su pareja.
Tras finalizar las pesquisas, los agentes detuvieron al hombre y a la mujer, uno de ellos con antecedentes policiales, como presuntos autores de un delito de hurto. Los arrestados, después de finalizar las pesquisas han quedado en libertad, no sin antes ser advertidos de la obligación legal que tienen de comparecer ante la autoridad judicial si fuesen requeridos para ellos.