Alícia Izquierdo, concejala de Medio Ambiente de Gandia, informó ayer a la Confederación Hidrográfica del Júcar sobre la presencia de numerosos peces muertos en la desembocadura del río Serpis, en la partida de los Marenys.
Esta situación, a día de hoy, «está generando un grave problema de salubridad pública que requiere una actuación inmediata. Los peces muertos están provocando malos olores y pueden convertirse en un foco de contaminación y proliferación de bacterias, lo que supone un riesgo para la salud de los vecinos y visitantes de la zona. Además, la presencia de estos peces muertos puede afectar negativamente el ecosistema del río y la calidad del agua».
Por lo tanto, la primera teniente de alcalde solicitó la intervención urgente de la Confederación Hidrográfica del Júcar para retirar los peces muertos y garantizar que se tomen las medidas necesarias para evitar que se repita una situación similar. «Consideramos que su rápida actuación es esencial para preservar la salud pública y el medio ambiente en esta zona», concluyó en el escrito.