La llegada de las reliquias de San Francisco de Borja a Gandia, tras más de 50 años, ha sido un acontecimiento histórico para la ciudad. En conmemoración de este momento único, se ha compuesto un nuevo himno en honor al patrón de Gandia, una obra musical que busca rendir homenaje al Santo.
Miquel Carrión ha sido el encargado de dar vida a este himno y afirma, en sus propias palabras, que ha puesto «mucho cariño y dedicación» en cada nota y en cada acorde de esta obra especial. La tarea no fue fácil: componer un himno para un santo tan ilustre como San Francisco de Borja, figura emblemática para los valencianos y en particular para los gandienses, conlleva una enorme responsabilidad. «Este ha sido un encargo muy especial», nos comenta el compositor.
Un himno con letra en valenciano “pensado para el pueblo”
Uno de los detalles más interesantes de esta obra es que ha sido concebida en valenciano, la lengua del pueblo. “El himno está pensado para Gandia”, explica. La versatilidad del mismo también es notable: puede ser interpretado tanto con coro como sin él, un desafío que implicó una complejidad técnica importante, ya que la melodía del solista está perfectamente integrada en la parte coral. Este aspecto fue especialmente difícil de lograr, lo que supuso que la composición tomara más tiempo de lo habitual.
El texto del himno, escrito por el poeta Josep Martínez i Roldán, ofreció al compositor una rica variedad de tonos y emociones que fueron claves para construir la estructura musical. La pieza pasa “de lo grandioso y solemne en el estribillo, a momentos íntimos en la primera estrofa, y luego asciende hacia lo triunfal en la segunda”. Cada parte fue tratada con minuciosidad, adaptándose a las diferentes emociones que transmite la letra.
Grandes influencias
Para quienes lo escuchen, el himno despertará recuerdos de otras composiciones queridas por los valencianos, pues no faltan en él influencias de otros himnos tradicionales. «He incluido algunos detalles que espero logren emocionar y hacer vibrar al público», señala el compositor, en referencia a ciertos arreglos que, según él, buscan tocar la fibra sensible de los asistentes.
Las anécdotas del proceso
El proceso creativo estuvo lleno de anécdotas curiosas. El compositor relata cómo, al leer la letra por primera vez, las melodías del estribillo le surgieron casi de inmediato en la cabeza. «El problema es que estaba camino a una reunión y no tenía cómo anotarlas», comenta. Durante toda la reunión trató de retener las ideas en su mente, y al salir grabó un audio con la melodía y algunas indicaciones para trabajar más tarde. Sin embargo, al revisar la grabación en casa, se dio cuenta de que la calidad del audio era pésima, lo que lo obligó a pasar varios días escuchando y ajustando hasta rescatar cada nota.
Pese a las dificultades, el compositor no desistió, y asegura que al final todo valió la pena. “Cuando finalmente logré imaginar todo el estribillo en mi mente, con el órgano, el coro y las armonías, supe que lo tenía”, revela. Esa persistencia y dedicación están detrás de cada acorde de este himno, que este viernes 20 de septiembre a las 22:00 horas resonará en la Colegiata de Gandia en un concierto gratuito.