Única en toda España. La Hermandad de la Santa Cena se caracteriza por su anda viviente y el Vía Crucis Viviente del Domingo de Ramos en Santa Anna. Sin duda, dos características que la diferencian de las demás y que, aunque comenzó a realizarse por falta de dinero, ha hecho que sea una de las hermandades más reconocidas por la ciudadanía.
Hoy en Som Gandia hablamos con Jordi Pérez, Hermano Mayor de la Hermandad de la Santa Cena Viviente de Gandia, segunda escena representada en la procesión del Viernes Santo. Pérez habla de su vida en la Semana Santa, la necesidad de jóvenes en ella y, cómo no, sobre las 135 personas que hacen posible que esta tradición viviente siga en pie.
- Quinto año como Hermano Mayor, pero lleva muchos dentro de la Semana Santa.
Yo empecé en el mundo de la Semana Santa desde que tenía un año. Mi familia siempre ha sido de la Hermandad de la Santa Cena Viviente y, como buena tradición, yo seguí sus pasos.
Llevo 5 años como Hermano Mayor de la Hermandad y voy a por mi segunda legislatura. Decidí ser Hermano Mayor porque la hermandad estaba en un punto en el que necesita renovarse. Yo era el secretario y un día me dijo el Hermano Mayor de entonces que se necesitaba gente joven para tomar las riendas de la hermandad Hablándolo con mi familia pensé: “por qué no?”. Se lo comenté al Hermano Mayor y me animó, porque la hermandad necesitaba gente joven.
- ¿Notan falta de gente joven involucrada en la Semana Santa?
Sí, hace falta mucha gente joven con incitativa. Es cierto que los jóvenes sí participan en las procesiones de Semana Santa, pero necesitamos jóvenes involucrados, con responsabilidad en las propias hermandades, y con iniciativa para llevarlas hacia adelante.
Ser Hermano Mayor, por ejemplo, es mucho trabajo. Tienes que estar pendiente de la directiva, de que se cumplan todos los trabajos y estar pendiente de cada persona de la hermandad. Ir a los actos de las hermandades, Junta Mayor… Pero lo haces por tu hermandad y para que todo el trabajo realizado se pueda disfrutar por todos los cofrades.
- ¿Y desde su hermandad trabajan para involucrar a la gente joven en ella?
En mi directiva tengo la suerte de tener gente joven y gente más mayor con experiencia, así podemos tener una perspectiva y una visión más amplia. Pero sí que es cierto que para conseguir la participación de la gente joven yo, como Hermano Mayor, me reuní con ellos para preguntarles qué necesitaban de la hermandad para que no vinieran solo la semana de Semana Santa.
Los jóvenes pedían más actividades no religiosas, entonces yo les propuse cenas y más quedadas a cambio de celebrar primero una misa, porque no tenemos que olvidar que es una asociación religiosa, y ellos aceptaron.
- La Hermandad de la Santa Cena Viviente es, sin duda, única en toda España.
Es una de las cosas buenas que tenemos en Gandia, porque es la única hermandad de toda España que tiene un anda viviente. Estamos muy orgullosos de que esta característica ponga en valor a nuestra hermandad y a la Semana Santa de Gandia.
Además, se hizo así porque cuando decidieron fundar la hermandad, Santa Anna era un barrio muy humilde y trabajador y, como no había dinero, pensaron en hacer la escena ellos mismos con taburetes y una mesa que tenían por allí. El primer año lo probaron así y como a todo el mundo le gustó la idea ya se quedó.
- ¿Cómo se eligen a los representantes de los apóstoles?
Siempre ha pasado de padres a hijos, pero como suele suceder con estas tradiciones, hay gente que no quiere seguir y siempre hay personas que se apuntan a la hermandad solo por querer salir en el anda.
Un año sí que nos pasó que había más gente que quería salir de los apóstoles que hay, en esas situaciones siempre salen los primeros que se han apuntado.
- También representan el Vía Crucis viviente.
El Vía Crucis viviente es otro de nuestros actos más característicos. Durante todos estos años ha tenido una evolución muy buena, cada vez acude más gente a verlo. Nosotros seguimos trabajando, junto con las personas que salen al Vía Crucis, para que cada año salga mejor.
La verdad es que no podemos tener queja porque tiene muy buena acogida. Además, desde la remodelación del barrio se ha notado una mejora considerable en la asistencia de personas. Actualmente entre 2.000 y 3.000 personas vienen a vernos una tarde de Domingo de Ramos.
- ¿Hay algún otro acto de la hermandad que destacaría?
Destacaría, sobre todo, algo que hacemos nuevo pero que todavía no se ha hecho muy conocido, el encuentro el Jueves Santo en la puerta del Palau Ducal con la Virgen de la Soledad. Es un momento muy especial ya que, como somos un anda viviente, la persona que hace de Cristo se levanta y le dice una oración a la Virgen.
Este encuentro es espectacular y lo hacemos desde el pasado año. Se trata de una idea que salió de un cofrade que está en las dos hermandades.
- ¿Cuáles son las novedades que ha llevado a cabo en la Hermandad como Hermano Mayor?
Vamos a cambiar el texto del Vía Crucis, el que tenemos está en un castellano antiguo y contiene mucho verso, queremos actualizarlo al castellano de hoy en día para que la gente pueda disfrutar más de él. También hemos creado nuevas escenas, como la de la Última Cena, por donde se empieza ahora el Vía Crucis.
Yo quiero que el Vía Crucis se vaya actualizando y ofreciendo nuevas escenas para que los actores y los espectadores no se cansen y cada año encuentren algún detalle diferente y que tengan ganas de acudir al año siguiente.
Además de esto, hay más novedades que queremos introducir en la hermandad pero vendrán con el 50 aniversario. En el 2026 celebramos nuestros cincuenta años y seguramente en octubre del 2025 ya empezaremos a hacer cosas para conmemorar todos estos años
- ¿Cómo definiría su hermandad?
La Santa Cena Viviente es una hermandad muy familiar, así destacaría yo la hermandad, y muy acogedora porque cuando viene alguien nuevo siempre integramos a todo el mundo.
