La Generalitat Valenciana ha resuelto a favor del Ayuntamiento de Xeraco en el largo conflicto que este municipio mantiene con Gandia por la titularidad de unos 150.000 metros cuadrados de terreno situados en la playa de l’Auir, concretamente en el área ubicada al sur de la desembocadura del río Vaca. Se trata de una franja litoral de alto valor ecológico y estratégico para ambos municipios, que han defendido su pertenencia durante años en los ámbitos administrativo y judicial.
Este conflicto por el deslinde municipal se remonta a 2018, cuando comenzaron las primeras discrepancias sobre la delimitación exacta entre ambos términos municipales. Desde entonces, Xeraco y Gandia han protagonizado una batalla administrativa y legal por definir la propiedad de esa franja costera, que afecta tanto a la gestión urbanística como a la protección medioambiental del entorno.
Durante estos años, ambos consistorios han presentado alegaciones, informes técnicos y recursos ante distintas instancias administrativas, incluida la Comisión Territorial de Delimitación de Términos Municipales, adscrita a la Generalitat. La resolución definitiva conocida esta semana zanja, al menos en el plano administrativo, el contencioso a favor de Xeraco.
Desde el Gobierno local de Xeraco, actualmente en manos del Partido Popular, han valorado positivamente la decisión, aunque han evitado celebraciones públicas. Insisten en que no entrarán en polémicas con el consistorio gandiense, pero que actuarán con firmeza para defender los intereses municipales. En esta línea, han anunciado que solicitarán una reunión institucional con el alcalde de Gandia para tratar el asunto “con seriedad y con una actitud abierta al diálogo”.
Por su parte, la portavoz del Gobierno de Gandia en la Junta de Gobierno Local, Balbina Sendra (PSPV-PSOE), ha asegurado que se está estudiando en profundidad el contenido de la resolución y que la prioridad del Ejecutivo local es salvaguardar los intereses de la ciudad. Sendra no ha descartado la posibilidad de interponer un recurso contra la decisión de la Generalitat, aunque por el momento no se ha concretado la vía legal que se adoptará.
El terreno en disputa forma parte del paisaje natural de l’Auir, una zona protegida donde ambos municipios tienen intereses tanto en la preservación ambiental como en el desarrollo ordenado del litoral. La resolución autonómica podría no ser el último episodio de este prolongado desencuentro entre dos municipios vecinos, cuya relación institucional se ha tensado en diversas etapas a raíz de este litigio.
Ambos ayuntamientos coinciden, no obstante, en la necesidad de mantener abierto el diálogo y evitar que el conflicto derive en enfrentamientos políticos o judiciales prolongados.

