La Capilla del beato Andrés Hibernón se enfrenta ya a la segunda fase de restauración y eliminación de las humedades de su interior. Estas obras ayudarán a la conservación del monumento que, tras el paso del tiempo y la borrasca Gloria quedó muy deteriorado, con numerosas goteras, filtraciones y humedades.
La capilla ya se ha enfrentado a unas primeras obras que han ayudado a preservar males mayores por las lluvias. En esta primera actuación se instaló una malla metálica en la parte exterior del muro, para ahora continuar con los trabajos de rehabilitación.
El historiador de arte, Vicent Pellicer, ha recordado que «el conjunto de la iglesia de Sant Roc y, especialmente, la capilla es uno de los bienes patrimoniales de la ciudad más apreciados por los ciudadanos de toda Gandia y de la Safor. Su valor viene dado, además del sentimiento religioso por haber acogido el cuerpo del beato Andrés Hibernón, por el hecho de ser un elemento arquitectónico de gran importancia para la historia del arte de la ciudad».
Esta famosa capilla de Gandia fue construida entre los años 1791 y 1816 por Francesc Pechuán. Las imágenes del altar de la capilla son obra de Vicent Reyes, escultor de Gandia y la pintura que cierra el nicho del retablo de Josep Vergara.