El cáncer de mama es una enfermedad que sufren muchas mujeres en España. La Unidad de Prevención de Cáncer de Mama (UPCM) de Gandia ha diagnosticado, en los 20 años que lleva el programa en marcha, 750 casos. De media, le Hospital San Francesc de Borja diagnostica a 40 mujeres al año gracias a su programa de cribado.
La mayoría de los casos detectados por el programa se encontraban en estadios precoces, antes de que aparezcan los primeros síntomas. Este hecho permite que los tratamientos sean mucho menos agresivos y mejorar la calidad de vida y la supervivencia de las pacientes.
En la décima ronda de cribado se ha citado a 28.476 mujeres de entre 45 y 69 años para realizarle las pruebas de prevención pertinentes. De todas ellas, tan solo un 6 % requiere alguna prueba adicional, que no sea la mamografía, para completar su estudio. En la UPCM de Gandia son cuatro de cada mil mujeres las diagnosticadas por cáncer de mama antes de que aparezcan los síntomas.
Desde el pasado mes de septiembre el horario del programa se ha ampliado para poder atender a todas las mujeres de la franja de edad mencionada. La unidad se encuentra activa de lunes a viernes por las mañanas y se ha ampliado el servicio de dos a tres tardes a la semana. De esta forma, el hospital trata de facilitar la asistencia de las mujeres y reducir la demora en las citaciones.
María Ginés, responsable de Programas de Prevención y Promoción de la Salud del Centro de Salud Pública de Gandia, ha asegurado que «el programa tiene gran aceptación; prueba de ello es que la participación ha ido aumentando con los años y la gran mayoría de las mujeres que acuden a hacerse la prueba continúan en el programa con una tasa de adhesión del 84 %».
Este cáncer sigue siendo la primera causa de muerte por cáncer en el sexo femenino. Por suerte, en la Comunitat Valenciana se ha producido un descenso progresivo de mortalidad desde el año 2000, en gran parte debido a la labor del programa de cribado y las mejoras que han ido apareciendo en el tratamiento.