El Grupo Municipal del Partido Popular de Gandia ha cerrado el año 2024 con un duro balance: “otro año perdido para la ciudad”. Según Víctor Soler, Portavoz del Grupo Municipal Popular, el gobierno local sigue atrapado en la inacción, sin avances tangibles para el progreso de Gandia.
El concejal Adrián Vila ha respondido a las críticas realizadas por el PP afirmando que “el PP de Gandia sigue estando alejado de la ciudadanía. No sabemos si es porque la mayoría de su partido ha decidido priorizar sus carreras en otras administraciones o si, por el contrario, siguen de comilona en El Ventorro”. “Hablar mal de tu casa o de tu ciudad nunca es positivo”.
El edil ha asegurado que Gandia es una “ciudad de oportunidades donde cada vez más gente nos elige para desarrollar su proyecto”, y ha hecho referencia a los datos de empleo que “no impiden que sigamos reduciendo la deuda, al mismo tiempo que atraemos inversiones a una ciudad que sigue preocupándose por los colectivos”.
Los populares, por su parte, han denunciado una dinámica política que califican de inoperante: “grandes anuncios, grandes titulares, pero una ejecución inexistente”. El PP asegura que en materia económica se ha perdido el rigor y el orden económico en el ayuntamiento, «incrementando la deuda económica de la ciudad con más de 266 millones de euros, así como de la nueva subida en la tasa de basura, un 20% más se pagara a partir del año que viene, un nuevo tasazo que Prieto ha permitido» apuntan.
También se ha señalado la «preocupante falta de ambición turística en una ciudad que debería consolidarse como un gran destino». En cuanto al comercio, los populares denuncian una falta de campañas e iniciativas que impulsen el comercio de proximidad.
Para el Portavoz adjunto, David Ronda, “Gandia ni progresa, ni avanza, sigue enquistada en los más de 40 años de régimen socialista basada en el autobombo propagandístico del alcalde de turno”, añadiendo “Gandia pierde un año más y con ello perdemos todos”.
Según Ronda, “en cuanto a los servicios básicos, la limpieza diaria de Gandia es prácticamente inexistente, dejando una ciudad cada vez más sucia y descuidada. La falta de mantenimiento de la infraestructura refleja un abandono total por parte del gobierno local. Los contenedores de basura, en un estado deplorable, generan malos olores que afectan la calidad de vida de los ciudadanos. Esta situación no solo deteriora el entorno urbano, sino que también evidencia la incapacidad de priorizar un servicio esencial para la salubridad y la imagen de Gandia como destino turístico.
