Josep Alandete (Compromís Més Gandia Unida) arranca el nuevo curso político «con las pilas cargadas para seguir trabajando para que nadie sufra». «Ese tiene que ser el enfoque claro», insiste. Y remarca la vitalidad de la generación de oportunidades: «No podemos salir de esta crisis alicaídos, hemos de ir con energía para poder superarla lo más pronto posible».
En lo personal, como para todos, la pandemia ha supuesto de un modo u otro un antes y después. Pero en lo político el vicealcalde y concejal de Urbanismo reconoce a SOM GANDIA que la salud del Pacto del Serpis también se ha visto afectada por la Covid-19: «Hay un antes y un después de la pandemia».
¿Cómo ha afectado la pandemia al Pacto del Serpis?
El Covid ha afectado a todo, porque ha hecho que las relaciones personales y la distancia personal sea mayor. El pacto del Serpis goza de la salud necesaria para afrontar el reto de seguir apostando por una Gandia mejor. Implica un gobierno de coalición y la cultura de coalición política está en continuo desarrollo y siempre se puede mejorar. Intentaremos que a lo largo de la legislatura se mejore esa cultura de la coalición política.
¿La relación entre los partidos firmantes ha ido de más a menos?
Sigue en el mismo tono, pero hay un antes y un después de la pandemia.
¿Es partidario de cambiar los usos de la Colonia Ducal para que se pueda construir un nuevo hotel?
Desde la concejalía de Urbanismo hemos atendido todas las peticiones y tendremos en cuenta que la Colonia Ducal es un conjunto arquitectónico importante y a conservar, esa es una premisa que tenemos. Si esa premisa se mantiene, esa preservación del conjunto arquitectónico, susceptible de ser un bien protegido, no habría ningún problema en que se pudiera hacer ese proyecto u otros; además del consenso con los vecinos. Compromís Més Gandia Unida no está en principio por la labor de modificar la preservación.
¿Es imposible un acuerdo para que Gandia tenga un Club Naútico como merece?
Es una oportunidad para esa zona de la playa y estamos perdiendo un tiempo precioso de situar estratégicamente otro núcleo de generación de oportunidades.
Usted representará a Gandia en la Mancomunitat junto a la Alcaldesa.
Teníamos el deber de estar junto a nuestro concomarcanos y volver a la Mancomunidad de la que nunca debimos salir. Tenemos la obligación de colaborar todos juntos para desarrollar la ley de mancomunidades que se desarrollará pensando en la mejora y la eficacia de los servicios públicos. El reto que tenemos ahora es trabajar todos juntos para poder conseguir esa maximización de la utilidad de la Mancomunidad al servicio de las personas.
Han apostado fuerte por el Castell de Bayren.
Es un marco magnifico a muchos niveles. A nivel paisajístico tiene unas vistas de toda la comarca y más allá espectaculares. También a nivel turístico porque conecta con la majal y la playa de Gandia que son nuestros valores naturales más importantes que podemos ofrecer a turistas y visitantes. Debemos crear este recorrido cultural, natural, y patrimonial que llegaría después a la ciudad con el Palau y que podría conectar en el futuro con una Torre dels Pares restaurada y también visitable. Conformaría al lado del anillo verde que ya tenemos, un anillo cultural turístico natural que Gandia puede ofrecer. Gandia lo tiene ya, la cuestión es ponerlo en valor y las intervenciones que vendrán en el Castell de Bayren van en ese sentido.
La Colegiata necesita una actuación urgente.
Estamos todos de acuerdo en que la Colegiata necesita una intervención de rescate. Es buena una noticia que la fundación ya haya contado en su última reunión con la presencia de la Alcaldesa como representante del Ayuntamiento de Gandia y a partir de ahí la coordinación y ese impulso a mantener digno un edificio tan emblemático seguro que será prioritario.
¿Hacia dónde va el urbanismo de Gandia?
El urbanismo de Gandia es un referente, aunque no nos lo creamos, en cuanto a la recuperación de espacios urbanos. La peatonalización desde 1985 se ha venido haciendo en el centro histórico pero también ha habido actuaciones en el Grau o en Benipeixcar.
La dictadura del vehículo a motor debe acabar en las ciudades. Las ciudades deben compartir usos, deben ser para los ciudadanos y en todas las posibles vertientes de sus desplazamientos los realizados a pie y en bicicleta deben ser prioritarios. Estamos en una ciudad que en 10-15 minutos, a parte del Grau, podemos ir a cualquier sitio a pie. Esos desplazamientos a pie son importantes y también los realizados en bicicleta de Gandia al Grau, que deben ser mucho más amables y cómodos.
Además de itinerarios a pie como los que estamos gestionando cara al hospital, que es la frontera del río, esta frontera debemos de saltar mediante actuaciones como las que se han hecho en el parque Ausias March y la que se hará pronto, que comenzará ya a finales de este año en el pont nou de la Avenida d’Alacant.
Usted es un firme defensor de La Morada.
La actuación en la primera línea de la playa se ha implementado con éxito y la del centro histórico estamos a punto de implementarla. Ha tenido un retraso por la complejidad de la medida, pero estamos decididos a actuar y desde nuestro grupo apostamos sin tapujos porque la morada se despliegue completamente también en esta zona.
Y se extenderá a la Calle Carmelitas, los Arcos, Jesuitas, Alfons el Vell y plaça de la Vila.
No se hará un cambio como en la calle Mayor por la densidad de residentes y de tránsito. Se asemejaría a algo entre San Francisco de Borja y San Pascual.
Se pueden arbitrar medidas de aparcamiento en el parking o medidas de no limitación a ciertas horas, pero eso no está decidido aún. Se debe decidir entre todos los agentes, porque recuerdo que la medida de limitar el tránsito a los residentes y al parking fue consensuada con hosteleros, comerciantes y vecinos.
Todavía no hay una propuesta definida pero habrá una la adecuación de las calles, pensando en que no han que soportar el tránsito rodado que soportan ahora, que es excesivo, y que no tiene un destino al centro histórico sino que el centro histórico le sirve de paso de avenida entre los diferentes barrios de la ciudad, y ese uso no tiene que existir. Otra cosa es el acceso a residentes, si se decide o no que entren también para el parking por ahí o por detrás. Esas son las variables que hemos de discutir con los agentes sociales.