La XVI Cursa de la Dona Vicky Foods de Gandia ya tiene su imagen oficial, un cartel diseñado por Aina Gilabert, ilustradora y diseñadora gráfica con una trayectoria marcada por la creatividad y la conexión con el público. En esta entrevista, Aina nos desvela el proceso detrás de su diseño, las inspiraciones que la llevaron a plasmar la esencia de la carrera y su visión sobre la evolución del diseño gráfico.
- ¿Qué elementos o conceptos le inspiraron para diseñar el cartel de la XVI Cursa de la Dona Vicky Foods de Gandia?
Los elementos en los cuales me inspiré para realizar el cartel fueron el “kit básico de una persona que corre”. Lo digo así porque es lo esencial que suelen usar para una carrera: unas deportivas para mejor comodidad al correr, un reloj inteligente para controlar los tiempos, la botella de agua para hidratarse, los auriculares para escuchar tu música y las gafas de sol para protegerte. Quise reflejar esa esencia de preparación y disfrute en un diseño limpio y claro.
- ¿Qué supone para usted realizar este cartel?
Para mí supone un reto, siempre que realizo un proyecto de este tipo me gusta vivir mucho la parte de investigar todo sobre el proyecto. Comprender a los participantes y la emoción que lleva una carrera como esta me permite crear algo que conecte visualmente con el público.
- ¿Cómo espera que el público perciba el cartel y qué mensaje principal desea transmitir a través de él?
Espero que el público lo perciba como algo motivador y cercano. Quiero que vean los elementos del cartel y se sientan identificados, entendiendo que todos ellos son parte de una experiencia de bienestar, preparación y superación personal.
El mensaje principal que quiero transmitir es que todos tenemos mil situaciones diferentes, para correr compartimos los mismos complementos básicos. Es un mensaje de unión y simplicidad: al final, estos pequeños detalles son los que nos preparan para afrontar cualquier reto, como esta carrera.
- ¿Cuál diría que es el proyecto más especial que ha hecho hasta ahora?
Considero que es el proyecto que me hizo crecer como diseñadora e ilustradora. En mayo del 2022 publiqué mi primer libro-guía ilustrado sobre gastronomía, específicamente sobre “L’esmorzar valencià”, en la editorial Saralejandría.
Fue un proyecto personal que empecé desarrollando en el trabajo final de carrera de Bellas Artes en Valencia. El libro se llama “La guia dels esmorzars a la Comunitat Valenciana” y tuve la oportunidad de vivir muchas experiencias bonitas durante dos años tras entrevistas, presentaciones, colaboraciones con marcas, etc.
Ahora puedo decir que, a partir de este proyecto, puedo vivir de lo que siempre he querido: vivir del arte.
- Cómo en todos los ámbitos, el diseño gráfico también ha vivido una gran evolución estos últimos años.
En los últimos años, el diseño gráfico y la ilustración han evolucionado hacia un enfoque más digital e interactivo. Las herramientas y plataformas están en constante cambio, lo que nos obliga a mantenernos actualizados.
Uno de los mayores desafíos es encontrar el equilibrio entre la personalización y la automatización, ya que nos encontramos actualmente con la novedad de la inteligencia artificial en el arte. Esto lo que hace es que los creativos/as sean menos creativos/as.
Otro de los desafíos es la saturación de contenido que recibimos a diario. Destacar en un mundo donde el tiempo de lectura o de visita a tus obras son de 2-3 segundos provoca que tu trabajo no esté valorado al nivel que le pertoca y pase a un segundo plano con el resto.
- ¿Cómo ha evolucionado su trabajo desde sus inicio?
Mi trabajo ha evolucionado enormemente en términos de técnica, concepto y propósito. Al principio, me enfocaba más en diseñar e ilustrar para otros, como pueden ser estudios o agencias.
Pero no me gustaba, me cerraba muchas puertas y necesitaba sacar mi lado emprendedor. Por lo tanto, decidí emprender en mi proyecto personal creando “Aina Gilabert Studio” y trabajando para diferentes empresas de España.
Actualmente, hacer algo de este tipo es un reto porque no todos/as pueden decir lo mismo. Pero, mientras pueda, intento transmitir toda mi esencia en cada proyecto.
- ¿Cómo es su proceso creativo?
Cada proyecto es un mundo y, según el cliente, uso una metodología u otra.
En el caso de diseñar un cartel, primero haces pruebas o sueltas mano en lo que te venga a la cabeza cuando piensas en el proyecto que te han dado; esto hace que exprimas tu parte más creativa.
En segundo lugar, investigo sobre el tema, busco inspiración, miro referentes, hago el esfuerzo de entender al cliente, intento reflejar el mensaje que se quiere transmitir y defino el público al que va dirigido.
Luego paso a hacer bocetos preliminares, explorar conceptos visuales y elegir una paleta de colores acorde al tema. La clave para mí es siempre experimentar antes de consolidar una idea. ¡Es la parte donde más disfruto!
- ¿Cómo integra las tendencias actuales en diseño gráfico e ilustración en su trabajo sin perder su estilo personal?
Sinceramente, el estilo personal es algo que tienes que definir desde el principio. Tienes que definir qué eres y qué no eres, qué te representa y qué no, porque así descubres cómo acoplar las tendencias a tu forma de ser profesionalmente.
Por ejemplo, si una tendencia es usar colores vibrantes, los combino con mi enfoque minimalista para crear un resultado único. No voy a cambiar todo mi estilo personal para usar una tendencia. Simplemente las adapto a mi estilo ya definido.
- ¿Cuál es la filosofía que guía su estudio creativo?
La filosofía que guía mi trabajo es la búsqueda de equilibrio entre estética y funcionalidad. Me gusta que cada diseño tenga un propósito claro y que, al mismo tiempo, sea visualmente atractivo.
Además, mi estudio destaca por la cercanía con el cliente. Me gusta poder reunirme con un café y poder escuchar las necesidades del cliente. Esto hace que el proyecto sea más real y más vivido en el presente.
Esto se refleja en proyectos como este cartel, donde hemos conectado el cliente y yo desde el minuto uno y cada elemento está pensado para transmitir un mensaje directo y conectar con el espectador.