Entrevistamos a Adrián Vila, concejal delegado de Fallas del Ayuntamiento de Gandia: «Ser fallera o fallero está de moda, y el crecimiento de los censos en las distintas comisiones de la ciudad es una tónica generalizada».
¿Qué supone para Gandia y para las Fallas tener la distinción de Bien de Interés Turístico Nacional? ¿Qué oportunidades ofrece este reconocimiento?
Nos ha puesto en el mapa aún más, si no lo estábamos ya. Y las oportunidades son inmensas. Cada vez más, la masificación que durante estos días padece Valencia provoca la búsqueda de alternativas por parte de muchos visitantes. Ya no solo para pernoctar, debido a la competitividad que ofrecen nuestros establecimientos, sino también para disfrutar y vivir la experiencia. El Departamento de Turismo trabaja de forma incansable, incluso ofrece operativas y paquetes para los huéspedes de nuestros hoteles con visitas guiadas a algunas comisiones.
Este año las Fallas de Gandia cuentan con un nuevo presidente y una nueva directiva. ¿Cómo ha sido la transición y qué cambios ha habido y habrá en la organización de las fiestas?
Permítame en primer lugar agradecer la labor del anterior presidente, Telmo Gadea, y la de todo su equipo. También me gustaría recordar que en ese proceso democrático participaron dos candidatos: Juan Martí y el actual presidente, Francisco Martínez, a quienes agradezco el respeto mutuo y su calidad humana. La transición entre los equipos ha sido ejemplar. La sintonía entre las Fallas y el nuevo presidente y su equipo es palpable. La asamblea en su conjunto ha entendido la necesidad de repensar y renovar, sin que eso signifique necesariamente que lo que se hacía hasta ahora fuera incorrecto. Se han actualizado algunos de los actos que se organizan durante el ejercicio con notable éxito. Me vienen a la cabeza la cabalgata, el pregón y la crida, o el sopar de germanor.
Algunas comisiones falleras han tenido que limitar nuevas inscripciones debido a la masificación. ¿Se está trabajando en soluciones para que nadie se quede sin participar en la fiesta?
Ser fallera o fallero está de moda, y el crecimiento de los censos en las distintas comisiones de la ciudad es una tónica generalizada. A ninguna comisión le gustaría tener que aplicar limitaciones, pero se ven obligadas simplemente por motivos de gestión, para garantizar una experiencia adecuada y para evitar molestias vecinales. De momento, se han dado casos excepcionales y todavía queda margen de crecimiento en muchas comisiones de la ciudad.
Como concejal de Fallas y como persona vinculada a la fiesta, ¿cuál es su mejor recuerdo vivido en las Fallas de Gandia?
Es cierto que se vive de forma distinta, porque la responsabilidad de que todo esté en su sitio es enorme. Tengo muchísimos recuerdos, pero el mayor honor es asumir esta responsabilidad, como me pidió el alcalde, y acompañar a las Falleras Mayores durante su año.
La internacionalización de las Fallas es un reto constante. ¿Qué estrategias se están planteando para atraer a más turistas nacionales e internacionales a Gandia durante estas fiestas?
Al inicio del año participamos junto con la delegación del Departamento de Turismo en Fitur. Este año tuvimos la oportunidad de saludar a Sus Majestades los Reyes de España, una foto que recorrió los principales medios de comunicación de ámbito nacional. Además, desde hace años, las Fallas participan en la dinamización de la playa durante la temporada estival con la organización del ‘Día del Turista’ y con la Falla que se planta y quema en torno al 9 de octubre. Junto con el pasacalle y la mascletà antes de la cremà, son una pequeña muestra de lo que son nuestras Fallas, una experiencia que compartimos con los turistas para que repitan su visita.

¿Hay alguna novedad en cuanto a actividades, actos o iniciativas que se vayan a implementar en estas Fallas respecto a ediciones anteriores?
Le señalaré dos especialmente: la mascletà nocturna de este sábado 15 de marzo, que tendrá lugar en la ubicación habitual en el entorno del Parque de la Estación a partir de las 21:00 horas; y, por otro lado, la Nit del Foc, que se celebrará la noche del 17 de marzo en el entorno de la Plaça Tirant a partir de las 23:30 horas. Este evento ha aumentado notablemente la cantidad de pólvora, lo que supone un importante salto de calidad, buscando así su potenciación.
La sostenibilidad es un tema cada vez más relevante en las fiestas populares. ¿Qué medidas se están tomando para que las Fallas de Gandia sean más sostenibles y respetuosas con el medioambiente?
El compromiso social y medioambiental en las Fallas es notable. Además de participar anualmente en la campaña de Ecovidrio y superar edición tras edición la cantidad de cristal reciclado, hace años se implementó el uso del ecogot, en colaboración con el ayuntamiento. También, desde hace varios ejercicios, las Fallas compiten por la mejor escena ecológica. Como novedad, este año se han creado dos espacios exentos de ruido en la ciudad: el Parc Baladre y el Parc d’Alqueria Martorell. Estos no solo representarán una zona de esparcimiento para quienes deseen alejarse de la pólvora, sino también un espacio para las mascotas que puedan padecer estrés debido a los altos niveles de sonido.
Las Fallas son también una oportunidad económica para Gandia. ¿Qué impacto económico se espera este año y cómo se está involucrando al comercio y la hostelería local?
Hace pocos días conocimos que la asamblea de las Fallas ha acordado realizar un estudio de impacto económico a través de la Cátedra Joan Noguera. Estoy convencido de que los resultados serán positivos, ya que contar con mejores datos facilita la toma de decisiones acertadas. No solo debemos fijarnos en la semana fallera, sino también en la actividad que se desarrolla durante todo el año, que es fundamental para sectores como los indumentaristas, peluquerías, floristerías y muchos otros implicados directa o indirectamente.
Por último, ¿qué mensaje le gustaría enviar tanto a los gandienses como a los visitantes que disfrutarán de las Fallas de este año?
Gandia está preparada para las Fallas del 2025. Depende de nosotros mismos disfrutarlas aún más. Si las celebramos con responsabilidad y normalidad, serán un éxito para todos.