Lo que fue el restaurante «Ciudad del Mar» ubicado en Avenida de Valencia, que en 1994 fue el escenario de uno de los crímenes más horrendos que conmocionó a la ciudadanía de Gandia, será reformado para convertirse en un espacio destinado al alquiler de trasteros poniendo fin a una era de abandono y miedo en torno a lo que muchos vecinos han considerado durante años un local «maldito» tras la llamada «matanza china».
La historia del restaurante está grabada a fuego en la memoria de Gandia. En la noche del 31 de diciembre de 1993, cinco personas vinculadas al restaurante, entre ellas la mujer que regentaba el local, fueron asesinadas. La dueña, de tan solo 29 años, fue degollada y su cuerpo apareció en el frigorífico del restaurante. Junto a ella, el cocinero, su hijo, su sobrino y una camarera fueron hallados descuartizados en un piso cercano en la calle Calderón de la Barca. Todos trabajaban en el restaurante, que, hasta ese momento, era conocido en la ciudad por su gastronomía asiática. El único sospechoso del múltiple asesinato, Bing Hu, desapareció sin dejar rastro, y con el paso del tiempo, el caso quedó oficialmente archivado, aunque para muchos vecinos el misterio sigue latente.
Desde entonces, el local de la Avenida de Valencia ha estado clausurado, acumulando polvo y despertando la imaginación de los más supersticiosos. Para algunos, la propiedad estaba maldita; para otros, simplemente era un recordatorio de un crimen sin justicia.
La próxima apertura de un negocio de trasteros en este espacio representa un nuevo comienzo. Lo que antes fue un restaurante cargado de tragedia, se transformará en un servicio práctico. Aunque es innegable que la historia del restaurante Ciudad del Mar sigue siendo un tema recurrente en las conversaciones de muchos gandienses, la apertura de este nuevo negocio podría ser un paso hacia la superación de aquel oscuro episodio.
De este modo, lo que una vez fue el escenario de una de las tragedias más impactantes de la ciudad, se prepara para convertirse en un lugar funcional y con una utilidad renovada, ofreciendo a sus futuros usuarios una oportunidad para empezar de nuevo.
Pero si después se convirtió en un buffet libre 😂😂😂😂
O para otros como yo, fue la tienda Domti que se entraba por la plaza del parque de la estación. Hay que olvidar las desgracias del pasado y mirar las bondades del futuro.
Menudo invent se ha pegado aqui la autora «Desde entonces, el local de la Avenida de Valencia ha estado clausurado, acumulando polvo y despertando la imaginación de los más supersticiosos. Para algunos, la propiedad estaba maldita; para otros, simplemente era un recordatorio de un crimen sin justicia.»