Lo que empezó con un pequeño Belén de Playmobil en el interior de su casa se ha convertido en una gran obra maestra de 4,80 por 2 metros en el garaje. Álvaro Nogueroles monta cada año un Belén especial que ha ido evolucionando y creciendo al igual que su colección de piezas de Playmobil.
¿La clave del éxito? Esa combinación de piezas artesanales que elabora él con sus propias manos, como son las casas, con corcho y madera, y las cientos de piezas de Playmobil «que es imposible contar de todas las que tengo», afirma Nogueroles.
La construcción y el montaje del Belén se ha convertido en una afición más para el triatleta, pero también en una tradición para familiares y amigos. Álvaro asegura que «el Belén es una excusa perfecta para pasar tiempo con amigos, compañeros del CA Safor Teika y familiares, llevamos un fin de semana intenso porque vienen a ver el Belén y tomamos el aperitivo, comemos, merendamos…». Y no solo eso, este Belén también tiene un fin benéfico. Álvaro recoge alimentos que llevan sus visitantes para, al finalizar la Navidad, llevarlo al Comedor Social de Gandia.
Aunque cada año, asegura, «no lo voy a montar más», lo cierto es que no puede quedarse sin su Belén. Desde 2005 esta recreación ha ido creciendo: «Año tras año iba añadiendo nuevos escenarios. Comenzamos con unas montañas, después empezamos a añadir un río, otro año comencé a realizar las casas. Hasta que en 2018 empieza a crecer y lo saco al garaje».
Un año que marcó un antes y un después ya que «pasó de estar pegado a la pared a ser un Belén 360º. Ese año tuve mucho trabajo -que me quitó horas de sueño como cada año- ya que me di cuenta de que, al estar pegado a la pared los años anteriores, las casas no tenían parte trasera y lo tuve que arreglar todo».
Y no solo eso. Nogueroles poco a poco ha ido construyendo sus casas, sus palacios, las posadas, escuelas y varios ambientes para recrear un Belén de la época, que incluso suena cuando llegan visitas. Para ello, invierte tiempo en buscar las piezas, «me paso todo el año mirando los despieces de las colecciones que saca Playmobil para ver si hay alguna pieza que me pueda servir para el Belén del año siguiente». Además de la continua búsqueda y ampliación, «he conseguido ir mejorando el Belén también con las luces. Al principio lo decoraba con luces LED normales, hasta que encontré en 2020 unas nuevas luces LED efecto llama, que incorporé a las antorchas de PlayMobil y crean un efecto espectacular».
Algo más de un mes le lleva montar este Belén que cada año cuenta con una nueva disposición. Movimientos de casas, de escenas, que realiza «junto con Txiki, mi mujer, ella es muy creativa y tiene la capacidad de imaginarse la disposición de las casas para recrear el poblado». Un tiempo en el que el día se hace muy corto para Álvaro, que le gustaría que las 24 horas se alargaran, pero que finalmente acaba por compensar: «El año pasado no lo monté, porque tenía unos objetivos deportivos muy ambiciosos, y cuando se acercaba la Navidad era como que me faltaba algo. Acabé realizando un pequeño nacimiento en una caja de madera».
Sin duda, un hobby que alegra estas fechas no solo a la familia de Álvaro, también a todos esos amigos y conocidos que tienen la suerte de poder contemplar esas escenas únicas que cada año sorprenden y que terminan «con un vídeo del Belén con un villancico, que envío cada año a los más cercanos, como felicitación de Navidad».
