En la vida no siempre se gana a la primera. No es lo común. Tampoco en la política. Alicia Izquierdo lo ha vivido. Y lo ha sufrido. En 2019 y en 2023. La derrota por la mínima y la victoria por la máxima.
Asegura que en esta entrevista será la última vez que trate el enfrentamiento de las primarias para liderar la lista de Compromís, con los apellidos correspondientes, el 28-M. Y cuando la pena deja paso al futuro comienzan las propuestas y las apuestas: «Me gustaría ser alcaldesa y llevar a la ciudad esa perspectiva ecologista, feminista, inclusiva y valencianista que creemos que tiene que impregnar la política de Gandia».
- Candidata única y ganadora de las primarias.
Estamos muy contentos del resultado de las primarias. Veníamos de unas semanas un poco convulsas y daba la sensación de que había como un tipo de partición prácticamente de mitad y mitad, o que había una mayoría de gente que no quería mi candidatura. Al final dla participación fue muy buena, de un 75 % del censo, un porcentaje muy alto si tenemos en cuenta la media de participación en el resto del País Valenciano, que estaba en un 60 %.
Recibí un 86,69 % de los votos, que ha sido un porcentaje considerable e incuestionable. Si tenemos en cuenta que en las anteriores primarias el candidato quedó legitimado con un 53 % de los votos… estamos hablando de una comparativa bastante elevada.
- ¿Qué sintió tras la rueda de prensa de Josep Alandete?
Esa rueda de prensa me dio mucha pena. Tristeza. Vi a una persona derrotada. No cuestión de las primarias, sino en una cuestión emocional. Vi una persona afectada, pero haciendo uso de unas explicaciones y de unos principios que eran falsos.
Yo valoré que no iba a dar declaraciones porque cualquier cosa que dijera en ese momento creo que podría hacerle más daño a Alandete y yo no soy una persona nada chismosa ni envío mensajes a nadie, soy una persona muy discreta. No porque no sea accesible, sino porque ese juego de la comunicación externa cuando no hay interna, no me gusta.
Pero cuando por la tarde llega el comunicado oficial de Iniciativa del Poble Valencià (uno de los partidos que forma Compromís), desautorizando y desmintiendo sus palabras yo me sentí más tranquila. Fue su mismo partido quien desmintió a Josep Alandete.
- Según Alandete unos sabían cuándo se cerraba el censo y él no.
Josep no ha denunciado el censo porque está perfecto. Él no puede decir, ni él ni nadie, que el censo de Gandia es incorrecto porque está aprobado por los tres partidos. Hay mecanismos de control, por eso él no puede decir públicamente que ha habido una irregularidad.
Sabía perfectamente el plazo, incluso le dieron una semana más y esa teoría que él va vendiendo por ahí de que le escondimos el día, y que no pudo apuntar a nadie es mentira porque en un municipio en el que sí se presentaron irregularidades a día de hoy no se han hecho primarias.
- ¿Cuándo se va a acabar esta guerra?
Esto se acabó el sábado. No sé qué acuerdo posible hay, cuando él habla de acuerdo, porque las primarias ya se han realizado.
Los temas internos de los partidos no interesan a nadie, pero lo que no se puede permitir es que por una situación personal se hable así. Igual que hace cuatro años yo perdí las primarias con un 47 % y no dije que le había votado poca gente deslegitimando su candidatura. Eso lo están haciendo ellos ahora conmigo, con un 87 % de los votos, que es muy fuerte.
La reflexión que quiero hacer es que ya está bien, no hace falta alargar este tema más. En política, quien va con el ego muy alto, sufre mucho. Todos somos sustituibles.
- Recuerdo que a mitad de legislatura estaba casi convencida de no repetir.
Mi intención era no repetir, pero es verdad que había mucha gente nueva con mucha ilusión y queremos conformar un equipo joven. El problema es que la administración es una locura de trámites y es esa gente la que dice que les gustaría que siguiera por mi experiencia, mis valores y mi carácter. Querían conjugar la experiencia y los valores con los jóvenes.
Soy una persona de equipo. Siempre he estado en los sindicatos y he tenido esa educación de que lo que importa es el equipo, el grupo. Cuando empecé a militar en política venía del mundo de los equipos y la política la veo así. Y si veo un equipo con ganas de hacer cosas y yo podía aportar, me veía poco responsable si decía que no.
Además estar en la gestión pública y enterarme de las cosas y ayudar me gusta mucho, pero mi profesión es la docencia y la primera legislatura, era de las pocas regidoras que compaginaba ambas profesiones.
- Compromís, Esquerra Unida y Podem, ¿cree que se puede sumar algún partido más a la coalición?
A mí sí que me hubiera gustado, lo digo en pasado porque creo que no va a pasar en el futuro, llegar a una unión con Los Verdes (Joan Francesc Peris). Llamé personalmente a Joan y me dijo que la propuesta que le planteamos no le parecía ni mal ni bien y que otros colectivos y personas ya se habían puesto en contacto con él. A las semanas vi su comunicado. No hubiese estado mal que me hubiera llamado antes.
- Esquerra Republicana no repite.
Con Esquerra hicimos una reunión con ellos y plantearon un cambio de condiciones del pacto que eran inasumibles. Tras esta reunión hubo un comunicado demoledor. Me pareció fuera de lugar e inexacto.
Me gustaría volver a tener un pacto con Esquerra Republicana para reconducir la situación, pero tampoco creo que se de.
- ¿Con qué resultado el próximo 28M su partido pediría la Alcaldía?
En 2015 estábamos legitimados para pedirla, pero el problema es que dependíamos de Ciro Palmer y a él no se lo permitió su partido.
En 2019 no se planteó por el resultado [11 PSOE, 4 Compromís Més Gandia Unida].
Si en mayo nosotros subimos de votos y el PSOE baja, como pasó en 2015, se planteará, porque quiere decir que nosotros hemos aumentado el apoyo recibido y ellos no.
- ¿Es necesario ostentar la Alcaldía para influir más en un gobierno de coalición?
Eso de atesorar la alcaldía, que es una cosa como que si no eres alcalde no eres nada, no tiene ningún sentido. Esa egolatría yo no la tengo. A mí me gustaría ser alcaldesa y llevar a la ciudad esa perspectiva ecologista, feminista, inclusiva y valencianista que creemos que tiene que impregnar la política de Gandia.
Si es para hacer eso, sí. La alcaldía tiene una parte representativa muy fuerte, pero la parte de la gestión se hace desde las concejalías y departamentos.
- ¿Ha sido fácil gobernar esta legislatura?
En un gobierno de coalición lo que no puede ser es que el partido minoritario tenga que estar constantemente respetando y valorando, y el mayoritario no entienda que gobierna o que tiene a un alcalde gracias a un partido que lo ha permitido.
El pacto de la alcaldía es un pacto, pero la importancia de los regidores tiene que ser la misma, no es más importante un regidor del PSOE que uno de Compromís.
Entre todos hemos elegido la persona que será alcalde, pero una vez elegido eso, la igualdad debe de ser la misma.
No se puede ir a una reunión y decir que nosotros tenemos 11 regidores y tú 4. Nosotros hemos sido menos, pero la capacidad de trabajo y de éxito para el ayuntamiento ha sido muy alta.
- Lo de pactar las discrepancias…
Casi todas las discrepancias las ha ganado Compromís. Incluso en la del macrocomplejo de lujo en la Marjal, si no hubiese sido por las alegaciones presentadas por Compromís, el proyecto hubiese sido mucho más grande y con más impacto. Desde el primer proyecto hasta ahora se ha reducido bastante.
- ¿Ahora están satisfechos?
No estamos satisfechos con el resultado, porque yo hubiese preferido que no se hiciera el camping, pero lo que no puede hacer un político es prevaricar. Si hay unas leyes, una legislación que marca unos principios y unas normativas y esa empresa los cumple, no puedo hacer nada.
Lo que hay que hacer es controlar que ese proyecto se ejecute y gestione bien. Pero llega un punto que uno tiene que asumir las pequeñas derrotas.
- Se han producido bastantes discrepancias.
Otra de las más fuertes fue la de Sanxo Llop y mira qué bien ha salido. Yo era la regidora de Políticas Económicas y me acuerdo que hubo conflictos, pero Compromís marcó la línea de mantenerlo como industrial. Se ha hecho el tema de la luz, ahora el PAI industrial… Creo que nosotros somos garantía de trellat. Somos firmes, rectos…
Siempre hemos tenido la capacidad de gestionar las discrepancias y no hacernos daño, porque somos dos partidos diferentes y tenemos que entender que a veces es complicado.
- ¿Cuáles serán las principales propuestas de Compromís?
La próxima legislatura será la del medio ambiente y las políticas vinculadas a los ODS y la transversalidad sobre el cambio climático. Ahora estomas asentando los pilares para que todo eso pase.
Pero sí hay un tema que quiero introducir ya y ser más duros en Gandia es el tema de la movilidad. Estamos un poco tibios, no lo hemos afrontado con firmeza. Es un tema que los socios de gobierno no entendemos de la misma manera. Con la nueva ley de accesibilidad a zonas de bajas emisiones. En 2035 ya no se harán coches de gasolina ni de diesel… Gandia se tiene que poner las pilas en materia medio ambiental.
Otro tema muy importante que no hemos tratado en las pasadas legislaturas es el tema del acceso a la vivienda, sobre todo para la gente joven.
Es un problema sobre todo en las grandes ciudades que lleva muchos años tratándose. Las medianas ciudades nos íbamos salvando porque no había llegado todavía, pero aquí ya está llegando. En Gandia ya hay problemas para alquilar los pisos, valen 700 € al mes y no hay stock.
- ¿Tiene ganas de debatir con PP y PSOE?
Me extraña que el Partido Popular no esté enviando a su candidato a hacer más debates. Es una cosa que me da miedo, que el PP presente un candidato que no sepa nada de la ciudad de Gandia. No tengo ningún problema en debatir. No hace falta llegar a la campaña.
- ¿Una escisión de Compromís puede poner en peligro el Pacto del Serpis?
Sí, podrían poner en jaque el pacto. Las izquierdas, cuanto más juntas vayamos es mejor, porque aglutinas el voto. Cuanto más se dispersa en partidos con líneas ideológicas parecidas es más complicado salir.
De cara a mantener un gobierno progresista es una cosa a valorar, la unión de la izquierda y que los personalismos no hagan que eso sea más importante que un gobierno progresista.