Investigadores de la Universitat Politècnica de València y el Instituto Español de Oceanografía han presentado un estudio en el que se determina el peso del atún rojo a partir de su longitud, altura y anchura máxima. La aplicación de este estudio en el sector contribuiría a la mejora de los controles para la recuperación de esta especie, muy valorada en todo el mundo, especialmente en países como Japón.
“Su aplicación directa en las plantas de engrase de atún rojo permitiría un mayor control del proceso por parte de los productores haciendo más eficiente y ecológicamente sostenible el engrase de atún rojo en cautividad”, apunta Vicente Puig, investigador del Instituto para la Gestión Integrada de Zonas Costeras del campus de Gandia de la UPV. Este trabajo ha sido publicado en la revista PLOS ONE.
Actualmente, los atunes son capturados en alta mar e introducidos en jaulas de transporte, que son remolcadas hasta zonas costeras en las que están instaladas las jaulas de engorde. Allí se realiza la transferencia de atunes de unas jaulas a otras. Durante las transferencias un operario con un software básico y de manera manual mide la longitud de al menos el 20 % de los atunes transferidos. El peso medio de los atunes transferidos se determina haciendo uso de relaciones biométricas que solo tienen en cuenta la longitud media de los peces y el número exacto de los peces capturados, lo que puede provocar medidas erróneas, produciéndose sobre o subestimaciones en muchas ocasiones.
“Lo que se hace actualmente es medir la longitud de un 20% de los atunes capturados y hacer una estimación de la captura total. Si se capturan 1000 atunes, se miden 200 y se saca la media de longitud y peso. Obviamente, no todos los ejemplares son iguales; uno puede medir X y su peso ser diferente a otro ejemplar de la misma longitud. Por tanto, se trata de una estimación que puede diferir bastante de la captura real. Las relaciones encontradas en nuestro estudio ayudarán a minimizar estos errores”, explica Vicente Puig, investigador del Instituto para la Gestión Integrada de Zonas Costeras del campus de Gandia de la UPV.
Este estudio presentado ahora por estos investigadores se enmarca dentro del proyecto Acustuna y complementa el que ya desarrollaron el año pasado, dentro del proyecto Biacop, que combinaba técnicas de medición acústica y de visión estereoscópica para el conteo.
En el estudio se presentan una serie de ecuaciones, desarrolladas por los investigadores de la UPV a partir de medidas reales tras la extracción de ejemplares engordados en jaulas. Aplicando estas ecuaciones, la estimación de las capturas y el control del engrase por parte de los productores es mucho más preciso.
“Con el sistema desarrollado en Biacop, además de la longitud, podemos medir también el ancho de los atunes. Las relaciones biométricas presentadas en este trabajo permitirán estimar además el peso del atún de una manera más exacta. Con ayuda de ecuaciones predictivas del peso a partir de las dimensiones lineales del atún, los márgenes de error en la estimación de la biomasa capturada se reducen significativamente. Nuestro objetivo es ofrecer un sistema que contribuya a la conservación de la especie, conociendo mejor el estado de las pesquerías; que los pescadores puedan pescar, se conozca mejor lo que se pesca, y que las restricciones impuestas para impedir la sobreexplotación de los recursos tengan como fruto la sostenibilidad de la especie”, explica Vicente Puig.