La duodécima edición de la Volta a Peu organizada por la Fundación Espurna reunió este mediodía a cerca de 800 personas en un recorrido que atravesó las calles del Centro Histórico y el Raval. La marcha, de 1,6 kilómetros, volvió a convertirse en un punto de encuentro para vecinos, entidades y participantes de todas las edades.

Más allá del componente deportivo, la iniciativa subrayó su carácter social. Desde la organización recordaron que la prueba “es una oportunidad para que la ciudad se mire de frente y reconozca la capacidad y el valor de todas las personas”. Durante la jornada se desarrollaron también actividades lúdicas antes y después de la carrera, con juegos, animación y una celebración final que prolongó el ambiente festivo.

El alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, que completó el recorrido junto al concejal de Deportes, Jesús Naveiro, destacó el papel integrador del evento. “Esto no es solo una carrera; es una manera de demostrar que la inclusión se construye con gestos sencillos y con la participación de toda la ciudad”, afirmó.