Nacido en Manises, desde muy pequeño demostró su interés por el arte. Se formó como Perito en la Escuela de cerámica de su pueblo y posteriormente amplió sus conocimientos en la Escuela de Artes y Oficios de València y en varios centros especializados.
En los últimos años, ya jubilado pero con su aspecto caballeresco de siempre, continuó manteniendo la costumbre vieja de pasar cada día por la UPG para tomar el «cafenet» y la «xarradeta» con el personal que tantos años compartió su vida.
Profesionalmente, se dedicó, en sus inicios, a la publicidad en importantes agencias de València y después de vivir largas temporadas por toda Europa y Canadá, donde hizo de su pasión por la pintura su oficio de por vida, recaló a final de los años 70 en Gandia, ciudad que consideró su casa y donde pudo desarrollar toda su creatividad artística. Especializado en el retrato – era un maestro en acuarela y el gouash -realizó numerosas obras que, siempre partiendo de lo natural, recreaba con un toque personal dotándolas de elementos oníricos e imaginarios para destacar la personalidad del sujeto.
El Alcalde de Gandia, José Manuel Prieto, ha lamentado la pérdida de este artista «tan apreciado en nuestra ciudad, sobre todo por los centenares de alumnos que a lo largo de los años han tenido la suerte de aprender de este maestro del arte sencillo y humilde».
«En la faceta docente, Santi Royo destacó como monitor de la Universidad Popular de Gandia a la cual estuvo ligado durante más de veinte años. El año 2018 recibió el premio “Amigo de la UPG” de manos de la vicealcaldesa, Lorena Milvaques, y del Director de la UPG, Lluís Romero, como muestra del aprecio que la ciudad y el centro le tenían», ha recordado el regidor de Cultura, Nahuel González.
Això no és cert. L’Ajuntament de Gandia no ha participat en la decisió de com ni a on havia de ser soterrat. El millor homenatge és el que li hem fet en vida des de la UPG amb estima i consideració pel seu treball. No llances falsedats contra ningú sense tindre tota la informació. Salut.
Pero lo van a enterrar en Oliva porque el Ayuntamiento de Gandia no quiere hacerse cargo de los gastos. Y después le harán homenajes. Hipócritas.