El viernes 23 de abril, se inauguró la VIII Mostra d’Art Escolapias Gandia. Se trata de una exposición de temática libre en los escaparates de los comercios del Centre Històric; compuesta por un centenar de obras en venta solidaria disponibles hasta el 14 de mayo. Sus autores y autoras son alumnos del bachillerato de Escolapias Gandia, aproximadamente, unos 70 participaron en la iniciativa.
En sí, los artistas cursan asignaturas relacionadas con el dibujo y la pintura. Generalmente, provienen del Bachillerato de Artes, pero también hay del de ciencias y humanidades.
«Lo llevamos haciendo desde hace 8 años. Generalmente, lo hacemos en el colegio. Al principio, lo hacíamos en Fomento, pero se nos quedó pequeño porque cada vez hay más alumnado. Ahora, lo hacemos en el claustro del colegio, hacemos una inauguración. Es un acto muy chulo, viene gente de fuera, familiares… Pero con el covid, nos tuvimos que reinventar. Porque, obviamente ahora, no podemos hacer inauguraciones ni puede entrar más gente de la cuenta en el centro. Así, pensamos la iniciativa y trabajamos en ella desde el inicio del curso. Hablamos con el centro histórico y sus comercios se prestaron a dejarnos sus escaparates para que mostráramos nuestros cuadros», explica la comisaria de la Mostra d’Art de Escolapias, Mireia Durá.
El precio lo han establecido los propios autores, Mireia Durá afirma que son precios asequibles y que han tenido en cuenta que son alumnos en formación. Asimismo, el 20 % de cada venta se destinará para el Centro de Acogida San Francisco de Asís. Paula Pellicer, una de las artistas participantes en la exposición, opina que este fin solidario: «nos une un poco más y, sobre todo, nos conmueve y motiva a participar más en esta buena causa».
Así, Paula Pellicer destaca que lo mas difícil ha sido inspirarse o plasmar la idea sobre el lienzo y pensar los materiales que se van a utilizar y de qué manera. No obstante, al ver sus obras expuestas en los escaparates del centro histórico de Gandia, afirma que siente una especie de orgullo y satisfacción por ver algo que ella misma ha creado expuesto a pie de calle, pudiendo cualquier persona verlo, pararse a mirarlo e, incluso, criticarlo. «Para mí, es una sensación nueva y que me ha gustado experimentar, porque al fin y al cabo son tus obras, a las que les has dedicado un montón de tiempo», ha añadido.