Estamos no solo en un estado de alerta sanitario, en el que nuestra salud depende de seguir los protocolos de prevención y confinamiento en casa, también en un punto de completa incertidumbre económica, laboral y social. Todo esto puede llevar a generar crisis de ansiedad y estrés. Sin embargo podemos mitigar esta sensación mediante el ejercicio físico.
El ejercicio favorece la liberación de endorfinas, unas sustancias químicas que producen sensación de felicidad y euforia así como el incremento de la producción de norepirefrina (noradrenalina), un químico que puede moderar la respuesta del cerebro ante el estrés.
Los estudios han demostrado que incluso pueden aliviar síntomas de una depresión. Por este motivo, los psicólogos recomiendan que las personas que sufren depresión o ansiedad mejoren su calidad de vida incluyendo el ejercicio en sus vidas.
Los neurotransmisores liberados durante y después de practicar ejercicio pueden ayudar a la gente que sufre ansiedad a calmarse.
El deporte y el ejercicio, por tanto, no solo sirven para quemar grasa o ganar músculo, sino que en unas circunstancias como estas, puede ser nuestro gran aliado.
Márcate una hora y días fijos de entrenamiento y empieza a cambiar tu actitud.
Si no sabes por dónde empezar te ofrezco unos vídeos en los que puedes comenzar tu andadura con esta práctica, recuerda, siempre amoldar el entrenamiento a tu condición física.